En defensa se dilapidan las opciones
Los azulones acumulan 38 goles en contra en 26 jornadas disputadas, la cifra más alta con Bordalás en el banquillo. Una debilidad impropia en el Getafe.
El Getafe está viviendo esta temporada el “taparse la cabeza para destaparse los pies” en su máxima expresión. La expresión, acuñada por el técnico brasileño Tim, hace referencia a que a veces se lanza uno tanto al ataque que se queda debilitado en defensa y viceversa. Los azulones están haciendo un fútbol muy ofensivo, acumulando la nada desdeñable cifra de 33 goles a favor, la cifra más alta de los equipos que no están arriba, pero han encajado 38 tantos. Una dato altísima, el que más viendo las últimas temporadas de los azulones.
Estos 38 goles en contra es la cifra más alta desde que Bordalás está en el banquillo del Getafe y dirige más de veinte encuentros. Con el equipo en Primera División y dirigidos por Bordalás, las grandes temporadas que se hicieron y valieron jugar la Europa League se sustentaron en la fortaleza defensiva: 2017-18 (22 goles), 2018-19 (23G), 2019-20 (25G) y 2020-21 (32G). Nunca antes se había concedido tanto. Tampoco cuando Quique Sánchez Florez se sentaba en el banquillo azulón los datos defensivos eran tan mejorables.
Y con esta candidez defensiva se están yendo las aspiraciones europeas de los azulones. El objetivo prioritario, la salvación, parece ya conseguido con 16 puntos sobre el descenso lo que habla bien del trabajo de la plantilla. Sin embargo, soñar con pelear por jugar Europa es complicado. Las aspiraciones se mueren.
A vueltas con la defensa
Lo cierto es que Bordalás no ha encontrado su defensa fetiche esta temporada. Diego Rico es el único fijísimo en el lateral izquierdo. Luego todo han sido probaturas en la pareja de centrales y en un carril derecho donde Juan Iglesias parece haberse establecido.