El ‘vudú’ de Pickel, heredero de la bruja de Leverkusen
El Bayer contrató presuntamente a una hechicera, Frau Everts, para revertir el 3-0 en la ida de la final de la Copa UEFA 1987-88, a través de maldiciones sobre N’Kono y Clemente.
Las acusaciones que el seleccionador de Nigeria, Éric Chelle, dirigió el pasado domingo hacia el banquillo de la República Democrática del Congo tras quedarse fuera del camino a la Copa del Mundo, asegurando que el jugador perico Charles Pickel y sus compañeros habían hecho vudú, evoca una de las intrahistorias más curiosas en uno de los capítulos de mayor relevancia en los 125 años del Espanyol: la final de la Copa UEFA 1987-88. Entonces no hubo vudú, pero supuestamente sí una hechicera.
Se había impuesto ya el equipo blanquiazul en la ida de la final, con el inolvidable 3-0 en Sarrià, cuando camino de la vuelta surgió desde Alemania una increíble noticia: el Bayer Leverkusen había contratado a una bruja, de nombre Frau Everts, para revertir su suerte. Al parecer, el hechizo iba a consistir en que, por una parte, Tommy N’Kono no pudiera realizar sus característicos saques de puerta en largo, que traspasaban con facilidad al campo rival. Y, por otra, en que a Javier Clemente le entraría un terrible dolor de oídos y que además dejaría de fumar.
El ‘antídoto’ del mago Félix
Aunque en el vestuario del Espanyol se lo tomaron a guasa, la prensa llegó a preguntarle por si acaso a N’Kono. “Si los alemanes creen en brujas, que se queden en casa”, afirmó en Mundo Deportivo el guardameta, quien bromeó: “Igual llamo a mi madre para que venga de Camerún y le eche un mal de ojo”. “Ni en mi país se cree en brujas ni se practica el vudú”, zanjó.
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Con menos gracia despachó el asunto Clemente en su comparecencia previa al partido, restándole importancia al rumor procedente de Alemania. Y tampoco faltaron presuntos antídotos procedentes de brujos de aquí. Como el que, según desvelaba El País, ofreció a N’Kono el mago Félix: “Corta un par de limones por la mitad y coloca una porción en cada lado de la portería”. Lo hiciera o no, el desenlace ya lo conocen.
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