El Villamarín, la mejor terapia para Borja: “Os sentía lejos pero...”
La afición del Betis animó al ariete, que pasa por un mal momento. El futbolista, que trabaja con psicólogos desde hace años, se emocionó con el gesto.
Borja Iglesias ha vuelto al ojo del huracán por su pólvora mojada, con 0 goles en este inicio de temporada, aunque no es que haya gozado de demasiado tiempo de juego: suma tres titularidades en 9 encuentros oficiales, dos al comienzo de LaLiga y otra en Glasgow, en Europa League. Luego ha sido suplente o ni siquiera ha salido del banquillo para un total de 244 minutos sobre el campo. El bajón, en el Betis, sólo recuerda al de su primera campaña como futbolista verdiblanco, la 19-20, que terminó con apenas tres dianas. Antes y después siempre había alcanzado las dos cifras durante su carrera profesional.
Borja perdió la titularidad a manos de Willian José y luego, de Ayoze Pérez, al que Manuel Pellegrini ha preferido en punta de ataque de manera más reciente. Alguna crítica de la grada bética había aparecido en los últimos partidos, pero se disipa con el bonito episodio que se vivió el pasado domingo, cuando el Villamarín ovacionó al gallego después de que De Burgos anulara un gol suyo al Valencia por fuera de juego milimétrico.
“Anoche recibí la ovación más bonita que he vivido como futbolista. Muchísimas gracias por vuestro cariño cuando las cosas no van lo bien que nos gustaría. No dudéis en que vamos a disfrutar juntos. Os sentía lejos, pero me equivocaba. Ahora os siento más cerca que nunca”, escribía el ariete compostelano horas después en las redes sociales. El apoyo de la hinchada debe servirle para reconstruir su confianza.
Porque Borja trabaja como el que más el estado anímico. Hace ya bastante tiempo que acude regularmente al psicólogo para mejorar personal y profesionalmente: “Llevo trabajando con una psicóloga desde que estuve en Zaragoza. He pasado por etapas muy buenas, donde me ayudaron a tratar esos momentos de euforia, y en los complicados también. Está a la orden del día, tenemos que normalizarlo y cuidarnos tanto en lo bueno como en lo malo”, afirma el jugador sin tapujos. Recibir el cariño de su afición, seguro, le sirve también como la mejor terapia.