El vestuario lo celebró a ritmo de Rosalía

En la plantilla del FC Barcelona se vivió una auténtica explosión de felicidad nada más finalizar el partido. Primero a ras de hierba, con todo el equipo haciendo un corro y celebrando por todo lo alto una victoria que deja prácticamente visto por sentencia el título de Liga, luego con los aficionados, y especialmente con la Grada d’Animació, con los que corearon canciones y repartieron aplausos, y posteriormente ya en el vestuario, donde se hicieron la foto de la victoria, con la presencia también de los lesionados Pedri y Dembélé, que no quisieron perderse estos momentos de tanta felicidad. También quiso estar con sus ex, el gabonés Pierre Emerick Aubameyang, que bajó al vestuario para felicitar a sus compañeros. Y, cómo no, el presidente Joan Laporta también se sumó a la fiesta, aunque en esta ocasión de forma más comedida, reuniéndose en el despacho de Xavi.

Sea como fuere, una auténtica fiesta por todo lo alto que tuvo como trasfondo musical a la cantante Rosalía, cuya canción ‘Motomami’ reinó durante toda la velada. Desde el primer minuto que se abrió el campo, con la megafonía del Camp Nou poniendo la música a todo volumen, hasta el final del partido, con la voz de la cantante resonando por las cuatro paredes del santuario sagrado de los jugadores.

En esta ocasión, Xavi quiso ser mucho más expresivo en sus celebraciones, consciente de la importancia de este triunfo: primero, por ser contra el Real Madrid, segundo, por la forma en la que se gestó, con un gol prácticamente en el último aliento, y tercero, porque deja LaLiga, máximo objetivo de la temporada, a tiro de piedra. El técnico blaugrana no esperó en la puerta del vestuario la llegada de sus futbolistas, sino que entró en el vestuario para dirigirse a las taquillas y saludar uno a uno a todos los componentes, con un especial momento de celebración con Arnau Tenas, un portero que ha conseguido ganarse el corazón de todos sus compañeros por la efusividad a la hora de celebrar las victorias. De hecho, el meta se las tuvo con Carvajal al final del partido, cuando se dirigió a reunirse en el centro de campo con el resto de jugadores.

Entre los jugadores el más aclamado fue Franck Kessié. Y es que su gol en las postrimerías del partido dejaba LaLiga vista para sentencia. Al grito de ‘¡Presidente, Presidente!”, fue recibido por sus compañeros a la llegada del vestuario. Hay que recordar que al marfileño se le conoce por este apodo desde su etapa en Milán, cuando un día decidió aparcar en una plaza donde ponía reservado para el presidente, en teoría, para Silvio Berlusconi.