Mallorca

El vestuario de Son Moix es un polvorín

Las últimas horas de la actualidad mallorquinista han convertido la Isla de la Calma en un lugar polémico.

El vestuario de Son Moix es un polvorín
MIQUEL A. BORRAS | DiarioAS
Gabriel Forteza
Actualizado a

Todo estalló por los aires horas después de la derrota en el Bernabéu y no precisamente por la derrota ni por la imagen mostrada por el equipo bermellón, sino por un mensaje en Instagram del centrocampista Dani Rodríguez.

El gallego es uno de los cuatro capitanes de la plantilla, tiene 37 años y un gran predicamento entre la afición balear, pues es el máximo asistente de la historia reciente, marcó el primer gol del playoff de ascenso a Primera; anotó también su primer gol en Primera coincidiendo con el primer gol del equipo en su regreso a la máxima categoría, y ningún mallorquinista olvidará su gol en la final de la Copa del Rey de se acabó perdiendo por penaltis.

Todo eso lo ha tirado por la borda Dani Rodríguez cuando se ve la respuesta de los medios de comunicación y de los seguidores en las redes sociales.

En su mensaje, Dani cargaba contra el entrenador Jagoba Arrasate por no darle ni un minuto en el partido del Bernabéu al que había asistido su familia, mujer e hijos, en lo que, supuestamente, era su última visita al recinto blanco.

Y no contento con eso, al tratar de justificarse, cargó contra el joven recién llegado Jan Virgili, que sí saltó al terreno de juego, apelando a que se habían saltado los méritos contraídos durante años de trabajo que no se habían respetado.

A partir de ahí, la primera reacción fue la del director deportivo, Pablo Ortells, a la salida de Son Moix la última noche de mercado, en la que el valenciano dijo “no nos gustan este tipo de comunicados cuestionando las decisiones del entrenador”.

Lo que más sorprendió en los despachos de Son Moix fue la posterior justificación apuntando a Jan Virgili. A partir de ese momento la cascada de reacciones ya fue brutal con aficionados apelando a mensajes sutiles como “lo más triste de todo es ver caer a un ídolo”, mezclado con mensajes pidiendo que sea apartado del equipo y se le retire el brazalete de capitán.

En la rueda de prensa del día posterior al cierre de mercado, Pablo Ortells y el CEO de negocio de la entidad, Alfonso Díaz, comparecen para hablar de la actualidad y desvelan que ya se ha hablado con el jugador, también con el entrenador y que ha habido una tercera reunión entre el técnico y el futbolista.

Tanto Ortells como Díaz manifiestan que “tenemos que tomar medidas en el asunto”, “vamos a valorar soluciones a adoptar porque esto no puede quedar en una simple anécdota”, o “el escudo está por encima de todo y de todos los que estamos aquí”.

Falta conocer la opinión pública de Jagoba Arrasate que, al no haber jornada de liga, no se encuentra con la inmediatez de tener que hablar del asunto, y por supuesto, hay quien espera una disculpa de Dani Rodríguez que, en caso de llegar, ya será tarde y con poca credibilidad.

El entorno habla de una sanción económica, pero está por ver dependiendo de un club que nunca se ha caracterizado por su mano dura en ningún aspecto.

Tiempo al tiempo. Pero lo que está claro es que esta situación altera el vestuario bermellón como nunca antes se había visto, y con una historia que se añade a otro capítulo, ver si Pablo Maffeo, que también ha tenido sus más y sus menos, revierte su situación con los compañeros y con la afición una vez que el mercado de fichajes no se lo ha llevado.

El lateral apenas ha jugado en la pretemporada, su actitud en algunos de los amistosos también ha levantado suspicacias sobre su implicación, aunque desde el club siempre se ha hablado que si finalmente se quedaba sería de la partida. Así lo dijo Arrasate en la previa del partido del Real Madrid. El técnico se mostró convencido que si no salía de Palma, Pablo Maffeo era aprovechable para el equipo. En la misma línea, se mostró el director deportivo y el CEO de Negocio del club, Alfonso Díaz. Ambos explicaron que han estado en contacto estos días con él y le ven dispuesto para ayudar al equipo.

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Sin duda, el Mallorca llega al parón con un punto, en puestos de descenso y con un vestuario que tiene varios asuntos pendientes. De momento, la grada de Son Moix no verá al equipo en quince días, tiempo suficiente para ver cómo evolucionan todos los frentes.

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