El ‘último servicio’ de Piqué

Aunque pudiese parecer imposible advirtiendo que iba a despedirse del fútbol profesional en el banquillo, Piqué consiguió ser el protagonista del Osasuna-Barça de su adiós sin jugar un minuto. El central terminó su carrera deportiva expulsado y ocupando un buen puñado de líneas en el acta de Gil Manzano, que aclaró que lo había expulsado por decirle que ha sido el árbitro que más ha perjudicado al Barça y luego denunció insultos del segundo capitán azulgrana: “Me cago en tu puta madre”. Pueden ser las últimas palabras de Piqué en un terreno de juego como jugador profesional. Al menos, son las que quedan en el acta.

Sin ser el final más edificante, en el vestuario del Barça están convencidos de que la expulsión del central tuvo un efecto directo en la victoria en El Sadar. Xavi, el cuerpo técnico y los jugadores se marcharon muy calientes al vestuario por la actuación de Gil Manzano en la primera parte. El extremeño había concedido el 1-0 pese a las protestas del Barça, que reclamaba un atropello a Marcos Alonso dentro del área, y había expulsado por dos tarjetas a Lewandowski. La primera, en opinión de los azulgrana, injusta (“esas faltas nos las hacen a nosotros repetidamente y no sacan tarjetas”, dijo Pedri). Hubo conjura y, luego en el campo, victoria.

El último día más atípico de Piqué terminó con el central botando con sus compañeros al final del partido como uno más. Lejos de la imagen algo melancólica, nostálgica, que transmitió en sus últimos partidos, el central terminó como uno más, liderando los cánticos con canteranos como Ansu, Balde o Gavi, pero también con Lewandowski, Dembélé y Ter Stegen metidos en la piña de la victoria en Pamplona. Una imagen de familia, como dijo Xavi, en la que ya no estará más Piqué que, sin embargo, firmó su último servicio para el Barça. A partir de este miércoles le toca empezar una nueva vida.