El último lazo en San Isidro
El Atlético está a dos puntos de hacer matemática la cuarta plaza. El Getafe solo juega por ganar al Cholo por primera vez.
Es en estos días de mayo en Madrid en los que el calor comienza a ser sólido, cuando las ligas se deciden y decenas de personas vuelven al barrio de Embajadores a comer gallinejas para recibir un bofetón de nostalgia: allá donde se levantaba la freiduría mítica en el número 84 hay hoy una reluciente y nueva clínica dental como tantas otras. Así, entre lo que fue y es, podría Simeone observar su obra en la temporada 23-24 que hoy puede llegar a su fin aunque aún queden dos partidos: se mide al Getafe, otro madrileño, ya salvado y sin Europa, en la noche de San Isidro. Mientras las Azúcar Moreno cantarán en la pradera, Simeone jugará por el último objetivo, siempre el primero (sigue el partido en directo en As.com).
Dos puntos serán suficientes para atar el cuarto puesto desde la matemática, ese lugar Champions que parece haber costado más que nunca, con altos (la Champions, la Copa, las victorias al Madrid) y esa sensación de valle permanente (en Liga). A lo mejor ni eso, los dos puntos, que a la misma hora juega el Athletic contra el Celta y si los vascos no ganan, al Atleti no le hará falta ni sumar siquiera. Abrazado al unocerismo, sin embargo, Simeone ha recuperado la mejor versión de su equipo, la que gana hasta a domicilio, en el tramo final de la temporada. Abrigado con ese dibujo 5-4-1, ha ganado sus últimos tres partidos y, lo más importante, dejando Oblak su puerta a cero. No es baladí en la temporada en la que más veces el esloveno ha recogido el balón de su red, 64. Llevaba trece partidos consecutivos haciéndolo pero, en el cambio de esquema, Simeone también recuperó la fiabilidad atrás.
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Gabi, el mítico capitán atlético, vistió la camiseta del Getafe, y como él otros nombres conocidos.
Con sus delanteros a examen, el fundido Grizi (que le ha hecho nueve goles en 24 partidos de Liga al Getafe pero lleva solo tres en los últimos 17 partidos), el alicaído Morata (un gol en los últimos 18 duelos), el intermitente Memphis y el recuperado Correa, el argentino ha tenido apenas un día de trabajo con el grupo desde la victoria ante el Celta (1-0) para pensar su equipo, aunque no diferirá mucho del del domingo. Solo con dos pinceladas: Barrios y De Paul por Lino y Savic. Llorente ocupará el carril diestro de inicio.
Enfrente, Bordalás anda más pensando en el futuro que en el presente. Con Arambarri, Mayoral, Iglesias, Duarte, Yellu y Djené lesionados, solo dispone de cinco futbolistas de campo para el banquillo, en un partido que es el penúltimo ante su público y en el que se juega el honor, que no es poco. Nunca, desde que Simeone llegó al Atleti, ha perdido contra los azulones. 22 partidos, 18 victorias. Eso sí, la última vez que se encontraron el Getafe le estropeó con su empate el récord de victorias seguidas en casa que perseguían los rojiblancos. Hoy, en San Isidro, buscará posponerle la fiesta.
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