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FC Barcelona

El tridente sin nombre está a +90

Raphinha (23 goles y 13 asistencias), Lewandowski (29+3) y Lamine (10+12) forman el ataque más demoledor e inesperado de Europa. El verano pasado no parecía una opción posible que jugasen juntos ni estaban considerados entre los mejores del continente.

Lamine, Raphinha y Lewandowski, en el calentamiento de un partido.
Alejandro GarcíaEFE

No parecía un tridente posible. No estaba predestinada a ser una delantera memorable, como la devastadora MSN (Messi, Neymar, Suárez), que se convirtió en un trueno en la temporada 2014-15 y se prolongó hasta 2017, con el adiós de Neymar, con una cascada de títulos. Tampoco como la formada por Messi, Etoo, Henry, que apenas duró una temporada, pero también ganó el triplete en 2009. O la misma que formaron Messi, Villa y Pedro en 2011. Los tres marcaron en la final de la Champions de Wembley, un monumento al fútbol del Barça contra el Manchester United.

Parecía que Lewandowski, Lamine y Raphinha caminaban en distinta dirección, uno de otro, que no estarían juntos en el Barça 2024-25. Y no porque tuviesen mala relación, sino porque las estrellas no parecían haberse alineado para que compartiesen delantera. La temporada pasada, y hasta su explosión en la Eurocopa, el ‘19′ se estaba haciendo como jugador. Era el único cuyo futuro no se discutía, pero no aparentaba alcanzar tan pronto una jerarquía tan tremenda como la que muestra ya hoy sobre el césped.

Sobre el brasileño y el polaco, existían muchas dudas. Al primero se le puso en la plataforma de salida dos años seguidos pese a que al final de la temporada pasada, en la eliminatoria contra el PSG, ya había anunciado grandes cosas. La Premier, Arabia... Parecía una mercancía. Lewandowski estaba en la lista de transferibles de Xavi si continuaba. El técnico de Terrassa consideraba que un equipo aspirante a todo no podía empezar la presión por el polaco. La destitución del técnico de Terrassa y la llegada de Flick cambiaron el escenario. La continuidad de Raphinha se estableció, teóricamente, a la medida del fichaje frustrado de Nico Willliams.

Y así, casi sin querer, Flick se encontró con los tres delanteros. Vio sus características, intentó ajustarlos, apretó el ‘on’; y funcionó. Ningún tridente europeo les supera. El que más se le acerca, es el del Madrid: Vinicius, Rodrygo y Mbappé (+75 entre goles y asistencias). El 1-0 del partido contra el Atalanta, además, fue la muestra del nivel de entendimiento que han alcanzado. Raphinha corrió al espacio y allí le mandó Lewandowski. desde el otro lado, Lamine ya acompañaba la acción. Apenas cuatro o cinco toques para resolver una jugada en gol.

Lewandowski ha demostrado que podía estirar un año más su idilio con la élite. Suma 29 goles y tres asistencias. Raphinha está desatado. Juega a un ritmo superlativo, encendido, como si tuviera una pila distinta al resto. Y por la izquierda, esa posición que ‘odiaba’ porque se sentía más cómodo en la derecha. Sus números son descomunales: 23 goles y 13 asistencias son estadísticas de elegido, a las que añade el intangible de un liderazgo que ha impresionado desde el principio de temporada. Y luego está Lamine, que con sus ‘discretos’ diez goles y doce asistencias, es realmente la joya de la corona. Magia sobre el césped, el jugador que justifica el pago de la entrada. Pero también números. Y, sobre todo, presencia en los partidos grandes. El tridente sin nombre es un trueno en Europa.

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