El ‘Toro’ se queda

Ha nacido una estrella. Llevaba años hablando el Madrid de la necesidad de fichar a un nueve, sin saber que lo tenía en casa. De haber sido un león, ya saben el dicho; pero se trataba de un ‘Toro’. Álvaro Rodríguez (Palamós, 18 años) es la gran irrupción de una Fábrica con la firma de Raúl. Él fue su descubridor (”era extremo en el Juvenil C, un día estaba viendo al B, hubo un centro y remató como hacía tiempo que no veía nadie”, dijo) y a él está emulando. Porque el destino es caprichoso como pocos y ha querido que sus primeros pasos sean prácticamente idénticos: asistencia en su primer partido en Primera y primer gol... en un derbi madrileño. Igual que Raúl González Blanco aquel otoño de 1994. Hace casi tres décadas.

Porque así empezó el ‘7′. Debutó con el Real Madrid en La Romareda, teniendo 17 años y ya con ese dorsal a la espalda. Era el 29 de octubre de 1994 (jornada 9) y visitaban al Real Zaragoza. Un partido que Raúl jugó como titular, ubicado en la mediapunta (en realidad sería más un segundo delantero, algo más adelantado de lo que sería un mediapunta de hoy en día). El Madrid perdió, pero Raúl tuvo tiempo de darle una asistencia a Zamorano, que firmó el que entonces era el 2-1. El partido acabó 3-2. Una semana después, derbi en el Bernabéu, donde jugó 60 minutos espectaculares: gol y dos asistencias. El coliseo enloqueció con su nuevo tesoro.

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Déjà vu de Álvaro Rodríguez este sábado. El ‘Toro’ ya había tenido 23 minutos frente al Cacereño, pero su estreno en Liga se hizo de rogar. Fue en Pamplona, cuando Ancelotti lo introdujo para ‘rascarle’ unos minutos al cronómetro y como escenificación de que para él, ya estaba por delante de Mariano y Hazard. Lo que pasó a continuación, claro, fue demoledor: dos asistencias en apenas cinco minutos (sólo le contó una, pues uno de los goles fue anulado por fuera de juego). Abanderó la meritocracia y, ante la ausencia de Rodrygo por lesión, Ancelotti tuvo fácil su convocatoria para el derbi. Así pues, con el partido 0-0 y atascado, tiró de su envergadura (1,93 metros). Y acabó siendo clave; autor del testarazo que salvó un punto y evitó perder un partido que es mucho más que eso.

Fichado... para ya

Carletto se deshizo en elogios en rueda de prensa y confirmó lo que era un secreto a voces: tendrá ficha del primer equipo en la 2023-24. “La próxima temporada va a estar en el primer equipo, porque tiene una calidad que pocos. Su edad, una altura importante, es potente, maneja bien el balón y va formidable de cabeza. En este último tramo de la temporada evaluaremos si lo necesitamos nosotros, que creo que sí, o el Castilla. Yo creo que puede compaginarlos. Lo vamos a manejar bien con Raúl. Yo hablaré con él”, fueron las palabras exactas. Para añadir: “Ha demostrado toda su calidad en lo poco que ha jugado”. Recalcando lo que ya apuntó en El Sadar: que un canterano del Real Madrid debe exprimir cada minuto que le den con el primer equipo. Porque vale oro.

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Es el caso de Álvaro, que ya no es sólo futuro, sino también presente. A expensas de que se produzca esa conversación con Raúl, todo apunta a que se le verá de manera habitual, ya esta temporada, con los mayores. El estado físico de Benzema sigue sin ser óptimo, por lo que se podría esperar que Carletto lo dosificara para las noches más importantes (Copa y Champions), dejando paso al ‘Toro’ en algunas de Liga. Que desde este preciso lunes sea, a efectos prácticos, jugador del primer equipo. Porque el plan es que sólo regrese a la dinámica del Castilla en momentos puntuales: jugar si le es compatible (como la semana pasada, cuando horas después de El Sadar, se plantó frente al Linares) o participar en un hipotético playoff. Poco a poco va ganando espacio y lo siguiente sería ser titular. Por el momento, lo que es un hecho es que le ha ganado el pulso a Iker Bravo, el flamante fichaje del Castilla el pasado verano (está cedido con opción de compra). Y que ya está donde quería estar. Donde soñaba estar. A las puertas de ser el nueve del Real Madrid.