El tercer tiempo de Trejo
El capitán compartió un rato con varios aficionados rayistas tras el triunfo contra Osasuna. Charló con ellos, se hizo fotos y firmó camisetas. Junto a él estuvieron su familia y Emi Armenteros.
“La historia es un poco surrealista”, avisa Guillermo, más conocido como Belushi en el Twitter Rayo, ese universo creado en las redes que saltó a las previas de los partidos, donde muchos de ellos por fin se pusieron cara. Precisamente ahí, en Twitter, estuvo el origen del tercer tiempo de Óscar Trejo con un grupo de aficionados franjirrojos el pasado viernes. “Alguien puso, en plan broma, que había que decirle a los jugadores que se vinieran a una de nuestras previas. Le respondí que antes del partido no, mejor después, porque quizá Trejo o Isi se apuntaban... Los cité y todos nos quedamos sorprendidos por la respuesta del Chocota”, confiesa Guille a AS. “Cuenta conmigo e Isi. Organízalo y nos dejamos caer después de un partido”. Palabra del capitán. Fue dicho y hecho.
“Trejo estaba súper dispuesto, se acercaba el día que nos viniera bien a nosotros”, revela este aficionado rayista, que recuerda cómo sacarlo adelante no fue fácil. El comentario había sido público y era complicado decidir a quién citar y a quién no. “Somos más de 12.000 abonados, había que ir controlando el número de gente. Lo pasé un poco mal por la responsabilidad”, argumenta Guille, quien consiguió que la velada fuera perfecta. ¿El día? El pospartido del Rayo-Osasuna. ¿El lugar? Uno de los bares cercanos al estadio. ¿Los invitados? “Entre los clientes habituales, los que fueron a celebrar la victoria, los que nos acercamos a lo de Trejo, los que vinieron porque se corrió la voz... Ufff, no sabría calcular. El local y la terraza estaban llenos. Yo sólo lo pude controlar durante un rato”, admite entre risas el hincha, que buscó algún sitio cercano y que cerrara tarde. Eso sí, al llamar para reservar, mantuvo el secreto de quiénes se reunirían allí. “No di pistas”.
Entre las decenas de personas congregadas estuvieron Trejo, su familia y su amigo, el exjugador e integrante de la secretaría técnica, Emi Armenteros. “Fue una noche inolvidable”. No pudieron acudir más jugadores porque Iraola les había dado el fin de semana libre y muchos se iban fuera. “Me llama la atención que el capitán sea tan activo en Twitter. Cuando conté que iba a ser padre me dio un me gusta. Está pendiente de esos detalles. Y en persona me sorprendió la importancia que le da a la conexión entre el equipo y la afición. Dijo que estas cosas nos ayudan y que teníamos que repetirlo. ¡Para nosotros eso es la hostia!”, reconoce Guille, abonado del club desde hace un lustro, aunque se enamoró de la Franja mucho antes. Todos lo tienen claro: “¡Hay que volver a hacerlo!”. Más difícil será encontrar otro momento, teniendo en cuenta que de los cuatro encuentros que restan en Vallecas, dos son entre semana y a las 22:00 horas.
Resulta inimaginable ver una situación similar con el capitán madridista Benzema o el rojiblanco Koke, pero Vallecas es diferente. “Esa conexión no se da en otros equipos. Nos gusta eso de la plantilla. Es una familia y entiende los valores del barrio, por eso hay que poner en valor a estos jugadores”, reflexiona el aficionado, que enumera algunas de las cosas que el rayismo admira de Trejo: su cercanía, su humildad, su naturalidad... Más allá de su talento sobre el campo y su compromiso también fuera del verde. Hay mil ejemplos, como cuando repartió botellas de agua entre quienes hacían cola al sol para conseguir su abono en verano. “Se ha implicado siempre y ha hablado cuando ha habido problemas con el presidente, cuando ha visto cosas que están mal y no deberían ser así... No ha tenido problema en ponerse del lado de la afición”, argumenta Guille, que califica “de diez” el comportamiento de todos los presentes en esta cita mágica.
Para él, el Rayo es más que fútbol, trasciende lo deportivo. “Es algo emocional. Te implicas porque te sientes representado. No animas a personas machistas, con comportamientos reprobables... a gente como Zozulya”. La Franja y el barrio se enorgullecen de jugadores como Trejo, que un viernes cualquiera se pasó a tomarse algo con su hinchada. A charlar, a hacerse fotos, a firmar camisetas... A hacer rayismo. Una tarea a la que se sumará Guille, que será papá de una niña en un mes. ¿Su deseo? “Que sea rayista”, concluye. A partir de entonces, las previas también serán en los parques...