El sueño imposible de Lunin: “Quiere ser el número uno del Real Madrid”
El ucranio será titular ante el Athletic tras la lesión de Courtois, pero sabe que no cuenta, pues así se lo trasladó Ancelotti. Él se agarra a su contrato y su entorno transmite optimismo.
El portero del Real Madrid en el debut liguero ante el Athletic en San Mamés, si no se tuerce mucho la cosa, será Andriy Lunin. El ucranio afrontará su cuarta temporada en la plantilla blanca y lo hará empezando el curso como titular. La temporada pasada ya disfrutó de oportunidades gracias a lesiones de Thibaut Courtois, el número uno de la portería blanca, llegando a acumular más de mil minutos. Pero en esta ocasión el panorama es diferente: el belga se ha roto el cruzado anterior de la rodilla izquierda y estará de baja unos nueve meses, por lo que ya ha dicho adiós a la temporada 2023-24. Un problemón ante el que el Madrid ha reaccionado rápido: acudirá al mercado y ya ha iniciado los contactos para firmar a Bono, del Sevilla, con otros nombres (De Gea, Kepa, Unai Simón...) en la recámara.
Si existiese confianza en las opciones de Lunin, también cabría la posibilidad de que él sea el titular este curso para poner en valor las cualidades que hicieron al Madrid pagar por él más de ocho millones de euros en su momento. Pero el ucranio no cuenta y lo sabe, porque el Real Madrid y en concreto Ancelotti se lo han transmitido este verano, instándole a buscar una salida con la que garantizarse minutos. Con el italiano, Lunin ya sabía que iba a jugar muy poco mientras estuviese sano Courtois y la situación no será diferente con el sustituto que firme el Madrid en los próximos días.
En su primera comparecencia pública tras la grave lesión de Courtois, Ancelotti tiró de pragmatismo y transmitió una fe en el ucranio que realmente no es tal. “Tenemos tiempo hasta el 31 de agosto, si fichamos será por número. Tenemos confianza en Lunin. Si viene otro portero, ¿será para ser titular? Como digo, tenemos confianza en Lunin”, explicó el italiano. No le queda que entregarse a él mientras llega el relevo de Courtois.
Pero Lunin se ha negado a salir. Tiene contrato hasta junio de 2024, dentro de un año, y se agarra a esa vinculación para agotar su tiempo como madridista, consciente de que es una situación que no volverá a repetirse. El caso del ucranio ha denotado cierta tensión este verano: el Madrid entabló negociaciones con el Getafe para firmar a David Soria, pero no lo hizo en parte por las altas pretensiones del club azulón (12 millones) y en parte por la negativa de Lunin a salir traspasado o cedido. En la concentración blanca en Los Ángeles el preparador de porteros, Luis Llopis, le pegó una buena bronca ante los periodistas que cubrían la sesión de entrenamiento, síntoma evidente de que Llopis, como Ancelotti, tampoco cree que tenga sitio en la plantilla del Madrid.
Pero él sí lo cree y, de momento, es lo que le queda a Carletto para este inicio de Liga. Pese a lo que ha oído por boca de Ancelotti y pese a saber que el club le quería fuera (y quizás lo siga queriendo así, aun sin Courtois disponible), el entorno de Lunin sólo transmite optimismo de cara a esta temporada, la que será la última para él como portero del Real Madrid. “Sigue trabajando y esforzándose mucho para que esta temporada sea mejor que la anterior. Él trabaja duramente para llegar a ser el número uno en el Real Madrid, el mejor club del mundo”, explican a AS fuentes cercanas al portero. A falta de quien le quiera en el Madrid, Lunin se tiene una fe sin medida que ahora necesita corroborar con hechos. Empezando por este sábado en San Mamés.