El sueño de Odriozola de Anoeta, más cerca que nunca
Aramburu arrastra problemas en la rodilla, Rupérez aún no se ha recuperado, y falta por ver cómo evoluciona Aritz Elustondo del golpe en una costilla.


Los caprichos del destino se han puesto del lado de Álvaro Odriozola. Por eso los futbolistas insisten tanto siempre en que en el fútbol nunca se sabe lo que puede pasar en un futuro. Y es lo que ocurre con el lateral donostiarra, quien de tener pie y medio fuera de la Real Sociedad este verano, a pesar de contar con contrato hasta 2029, puede pasar de haber sido titular en Montjuïc y encima haber marcado un gol, a la posibilidad de repetir este domingo en Anoeta contra el Rayo Vallecano.
La repentina oportunidad de Odriozola surge directamente de las preocupaciones en la defensa. El titular del equipo txuri-urdin en el lateral derecho, Jon Aramburu, arrastra problemas en la rodilla, y el choque contra los madrileños podría llegarle algo pronto. El equipo, que descansa hoy, vuelve este miércoles al trabajo en Zubieta, pendiente de ver cómo evoluciona el venezolano.
Lo mismo sucede con Aritz Elustondo, que un golpe recibido en un entrenamiento en Sevilla el día siguiente de jugar contra el Betis le ha impedido participar en los dos encuentros siguientes. Además, Iñaki Rupérez sigue sin recuperarse de sus problemas en la rodilla. Con esta coyuntura, Odriozola se perfila como el único lateral derecho ‘sano’ de la plantilla con posibilidades reales de iniciar el partido.
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El sueño de Odriozola de Anoeta, más cerca que nunca
Aramburu arrastra problemas en la rodilla, Rupérez aún no se ha recuperado, y falta por ver cómo evoluciona Aritz Elustondo del golpe en una costilla.
Los caprichos del destino se han puesto del lado de Álvaro Odriozola. Por eso los futbolistas insisten tanto siempre en que en el fútbol nunca se sabe lo que puede pasar en un futuro. Y es lo que ocurre con el lateral donostiarra, quien de tener pie y medio fuera de la Real Sociedad este verano, a pesar de contar con contrato hasta 2029, puede pasar de haber sido titular en Montjuïc y encima haber marcado un gol, a repetir este domingo en Anoeta contra el Rayo Vallecano.
La enfermería abre la puerta
La repentina oportunidad de Odriozola surge directamente de las preocupaciones en la defensa. El titular del equipo txuri-urdin en el lateral derecho, Jon Aramburu, arrastra problemas en la rodilla, y el choque contra los madrileños podría llegarle algo pronto. El equipo, que descansa hoy, vuelve este miércoles al trabajo en Zubieta, pendiente de ver cómo evoluciona el venezolano.
Lo mismo sucede con Aritz Elustondo, que un golpe recibido en un entrenamiento en Sevilla el día siguiente de jugar contra el Betis le ha impedido participar en los dos encuentros siguientes. Además, Iñaki Rupérez sigue sin recuperarse de sus problemas en la rodilla. Con esta coyuntura, Odriozola se perfila como el único lateral derecho ‘sano’ de la plantilla con posibilidades reales de iniciar el partido.
El infierno y el reencuentro con el gol
Álvaro Odriozola volvió a jugar el domingo ante el Barcelona y además anotó un gol, volviendo a participar en un encuentro desde el pasado 30 de enero en Europa League contra el PAOK, cuando disputó 45 minutos. El futbolista donostiarra confesó tras el encuentro “venir de una etapa muy dura”, y que: “Hace un mes fue un punto de inflexión en mi vida porque he estado en el infierno, y cuando alguien ha estado en el infierno con tanta lesión, que no me salía por una cosa o por otra, se sufre mucho”.
Tras un verano donde se especuló con su salida, su deseo de triunfar en el “club de su vida” es el motor. El lateral de 29 años fue claro sobre lo que significa esta posible titularidad: “el miércoles entrenaré y lo dejaré todo como cada día en Zubieta y como he hecho en el último mes para entregar todo lo que tengo por mi escudo. Lo he sentido así, no sé cuánto tiempo más voy a estar en el club de mi vida. Mi sueño es que mis hijas me vean correr en Anoeta. Ha habido un momento que pensaba que no me iban a ver, y el gol es una recompensa a ese trabajo y cada segundo dejaré todo lo que tengo".
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Teniendo en cuenta la situación de sus compañeros en la enfermería, y a la espera de ver cómo evolucionan, el gran sueño de Odriozola parece estar, por fin, más cerca que nunca.
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