El Submarino sigue a flote tras la gran tormenta
Los castellonenses han pasado un mes muy complicado en todos los ámbitos pero llegan al parón vivos y con opciones en las tres competiciones.
Llegó el Villarreal al parón mundialista tras un mes en el que no le han podido pasar más cosas, y todas ellas negativas. El equipo y el club ha tenido que afrontar diversas pruebas y momentos de dificultad, como hacia tiempo que no sufría. Solo hay que echar la vista atrás para ver que desde el fallecimiento de José Manuel Llaneza, pieza clave en la entidad, tanto el club como el equipo ha sufrido una semanas muy complicadas.
A este duro momento anímico para todos los estamentos del club, se le sumó la inesperada salida del técnico Unai Emery, que decidió pagar su cláusula y dejar la entidad de manera unilateral. Si la salida fue un duro golpe para el club, lo fue sin duda también para los futbolistas, que bajo el amparo de Emery, tenían una idea, una forma de jugar y un proyecto, que aspiraba a grandes cosas. Así, el técnico vasco había moldeado el equipo a su idea y a su manera de hacer las cosas, de tal forma que su salida inesperada ha sido un duro golpe para todos.
El club tuvo que reaccionar rápido, apostando por Quique Setien, una idea totalmente opuesta a lo que venían haciendo y a lo que les hacía sentirse seguros a los jugadores. Este cambio ha supuesto un duro golpe para un equipo que venía con cierta tranquilidad, aunque falto de resultados; pero que confiaba en el técnico anterior para retomar la senda competitiva. Algo parecido sucedió con los aficionados, que viendo la pérdida de competitividad en las primeras jornadas a las órdenes de Quique Setién, se aceleró el nerviosismo en la grada.
Con una grada alterada, con unos jugadores con dudas, y con un club que no entendía esta situación, navegaba el Submarino. La sensación es que el cambio y el adiós de Emery había sido un duro golpe a la línea de flotación, lo que necesitaba de un tiempo de asimilación por parte de todos. Una pérdida de confianza y una sensación de nerviosismo, que invitaba pensar que el Villarreal podía tomar una decisión drástica en este parón, algo que tras la victoria frente al Espanyol y la goleada en Copa (0-9), contra el Santa Amalia, parece ya olvidado.
Futbolistas y técnico se reunieron más de dos horas para analizar el momento y la manera de hacer las cosas, lo que al final ha generado cierta tranquilidad. Además, el equipo llega a este parón del primer tercio de la temporada más o menos como lo hizo en las temporadas anteriores, con todas las aspiraciones intactas. Incluso, sufriendo una plaga mayor de lesiones que en años anteriores, y no pudiendo contar con jugadores de máximo peso, el Submarino se ha mantenido a flote. Así, ocupa una plaza en el campeonato en la que le permite seguir pensando en la lucha por todas las plazas europeas, algo en la temporada pasada comenzó perder las opciones Champions a estas alturas , ya no pudo alcanzar.
Y es que el Villarreal está solo tres puntos de la cuarta plaza y de la Europa League, una situación que viendo lo que ha pasado, es bastante buena. Valga como dato que esta es una posición mejor que la de la temporada anterior, y de las tres cuatro mejores de la última década a estas alturas. A ello, se suma que el equipo está clasificado en la Conference League, como primeros de grupo, y habrá que ver cómo retoma esta competición. Mientras que en la competición de Copa hizo lo que debía, ya que clasificado para la siguiente ronda, puede pensar en que esto puede ser una competición en la que se puede llegar lejos. En resumen, el Villarreal está a tiempo todo, por lo que habrá que ver que es capaz de hacer Setién en este parón para rearmar a su equipo. Un periodo en el que va a ser clave la recuperación de jugadores de cara a esta segunda parte del campeonato, que no han estado en este primer tercio de temporada.