El síndrome de Estocolmo perico
Con 23.656 espectadores ante el Sevilla, un viernes lluvioso de octubre, Cornellà-El Prat confirma en el peor momento del Espanyol su mejor promedio de asistencia desde 2011.
La tormenta era eléctrica en el cielo, y figurada en la tierra. Sobre Cornellà y El Prat dio tregua el aguacero justo hasta que finalizó el partido. La grada, sin embargo, no pudo esperar tanto para silbar y, en algunos sectores, abroncar al presidente Chen Yansheng y sus acólitos, ya durante el desengaño sufrido ante el Sevilla. Falla el Espanyol, en su peor versión, pero arropa más que nunca al equipo su afición. Un síndrome de Estocolmo digno de estudio.
Fueron 23.656 los espectadores que se dieron cita en el RCDE Stadium en una noche lluviosa de viernes, y después de que el conjunto perico hubiera encadenado ya cuatro derrotas en las cinco jornadas anteriores. Un apoyo a los de Manolo González que no ha sido, al menos hasta el momento, ni mucho menos flor de un día. En 23.130 asistentes se sitúa ya el promedio de esta temporada en Liga, con cifras tan espectaculares como los 24.434 congregados ante el Mallorca (2-1), un sábado, o los 23.147 que se dieron cita contra el Villarreal (1-2), un jueves.
Incluso la entrada más floja en lo que va de curso en el retorno a Primera, en pleno agosto vacacional frente a la Real Sociedad (0-1), superó los 20.000 espectadores: 20.900, para ser exactos. Y eso que por el feudo blanquiazul no han pasado todavía los grandes colosos de la competición, como Real Madrid, Atlético o Barcelona, tampoco un Betis que siempre congrega a muchos seguidores residentes en Catalunya.
Solo los 28.512 espectadores del Espanyol-Cádiz (0-0) de hace dos temporadas, cuando el equipo se jugaba ya irreversiblemente el cuello, supera el aforo en viernes cosechado ahora con el Sevilla. Y a la lejana temporada 2011-12 hay que remontarse para encontrar un promedio mejor: 23.927 asistentes por partido una vez completada la Liga.
Queda mucho por delante y el aforo irá dependiendo en buena medida de la ilusión o de las necesidades que rodeen al Espanyol en su clasificación, pero este equipo de mínimo presupuesto y calidad limitada está siendo capaz de superar, por ejemplo, la cantidad de público que fue capaz de reunir el que se metió en Europa en el curso 2018-19 con Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ en el banquillo: 19.388 de media.
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