El ‘shit october’ de Lamine
El ‘10’ del Barça cierra el mes sin resolver sus problemas de pubis, la ausencia con la Selección y la derrota contra el PSG el día 1 y en el Clásico en el último partido.
Octubre ha sido un mes ‘horribilis’ para Lamine Yamal. Parafraseando a Flick el año pasado, un ‘shit october’ en toda regla, que empezó con la derrota contra el PSG (1-2) el primer día de mes. en el que entre Nuno Mendes y Luis Enrique le fundieron los plomos, y acabó en el Bernabéu con otra caída, esta en el Clásico (2-1), sometido a medias por Carreras y el plan de Xabi Alonso. En medio, la lesión de pubis que le dejó sin jugar en Sevilla y provocó su ‘desconvocatoria’ con la Selección, una recuperación con cierta polémica por un viaje a Croacia con su pareja; y, para acabar, la semana caliente del Clásico, con su aparición en la Kings League y un partido, el del Bernabéu, en el que se le vio lejos de su mejor nivel, sin ese ‘flow’ que le convirtió en un futbolista universal la temporada pasada.
Hay mucho ruido desde principio de temporada con Lamine. A un verano feliz por el doblete (más Supercopa) de la temporada pasada, le siguió la mayoría de edad y el acto oficial de su renovación hasta 2031, que coincidió con la gran fiesta de su decimoctavo cumpleaños. Luego, un Gamper y tres primeras jornadas (Mallorca, Levante y Rayo) en las que pareció volar con su nuevo dorsal, el ‘10’. Un pase fabuloso a Raphinha y un gol en Palma. La jugada decisiva del 2-3 en Orriols y un penalti transformado en Vallecas. Eso, hasta que apareció el primer parón con la Selección y los problemas de pubis después de los partidos contra Bulgaria y Turquía.
Ahí empezó a torcerse el curso y desde ahí se ha visto poco de Lamine. Un flash decisivo contra la Real que permitió a Lewandowski hacer el gol de la victoria en el último partido de septiembre y poco más. El aura ha desaparecido. Seguramente, de manera momentánea. Lo peor es que ha sido sustituido por el ruido. Se aireó un viaje a Croacia con su pareja durante un fin de semana de descanso y, en la semana del Clásico, la famosa frase del “roban, se quejan” sobre el Madrid cogió una dimensión galáctica y no terminó ni después del pitido final de Soto Grado. Carvajal le acusó de bocazas con sus gestos, Courtois también apareció por allí para recriminarle algo y Bellingham sentenció en las redes: “Hablar es gratis”. Lamine ha cerrado el mes de octubre con 319 minutos jugados en los que apenas ha hecho un golde penalti al Olympiacos y una asistencia ‘regalada’ a Pedri, que lo hizo casi todo en el 1-0 contra el Girona. Lo peor han sido las sensaciones. Le falta sprint y potencia y su magia en el uno contra uno se resiente.
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En la rueda de prensa posterior al partido, Sorg pidió tiempo para Lamine. “Es joven, necesita tiempo y le vamos a ayudar entre todos”. Queda por saber ahora, qué secuelas le deja el Clásico en todos los planos: moral, físico y de comportamiento. En el club, hay quien le reclama un perfil más bajo y trabajo en silencio para recuperar las huellas que le han llevado a ser el segundo mejor jugador del mundo según los críticos. Otros, sin embargo, consideran que Lamine es todo esencia, y que ya ha demostrado que es capaz de llegar a la élite manteniendo su manera de ser. Octubre da paso a un noviembre en el que jugador y equipo se juegan mucho…,y en el que por medio hay un parón de selecciones con la clasificación para el Mundial en juego y un reencuentro con Carvajal de por medio. Esperemos que con reconciliación.
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