El sentimiento de pertenencia une la lucha de Las Palmas y Valencia
Ambos equipos basan buena parte de su gran estado actual en futbolistas de sus respectivas canteras. Kirian, bandera local. Gayá, emblema de Paterna.
Por avatares del destino, no le ha quedado más remedio a Las Palmas y Valencia que edificar su presente y futuro, al menos a corto-medio plazo, con gente de la casa, lo mismo da que los futbolistas se hayan criado en la cantera grancanaria que en los campos de Paterna. “Tienen muchos futbolistas que tienen un gran sentimiento de club, de pertenencia, y eso también les hace ser un equipo reconocible. Me encanta el Valencia”, decía ayer García Pimienta, entrenador de la hueste insular, acerca de su rival de esta noche (sigue el partido en directo en AS.com).
No es que su equipo sea muy distinto en este aspecto. “Quién lo diría: un chicharrero (Tenerife) como capitán de Las Palmas”, dijo hace unos meses Kirian Rodríguez una vez que tomó el bastón de mando de su equipo ante los problemas con Viera, un exvalencianista hoy en el Almería. No era ni siquiera mayor de edad cuando este fino centrocampista, emblema actual de la cantera grancanaria, ya hacía de las suyas con el escudo de la Unión Deportiva impreso en su camiseta. Hoy en día es la bandera del club.
En el once tipo de la UD se juntan hasta 6-7 futbolistas criados en casa: Valles, Coco, Sergi Cardona, Álex Suárez, Kirian, Moleiro o Sandro Ramírez, que se marchó al Barça en edad cadete. Iñaki o Juanma Herzog son los últimos en despuntar, gol incluido de este último el día de su debut, contra el Villarreal, y en la primera plantilla también andan Cristian Herrera, Fabio o Benito Ramírez batiéndose el cobre. Gorrín, por ejemplo, será hoy el portero suplente, salvo sorpresa, en detrimento del sancionado Escandell. Una idea de juego basada en gente de la casa, un sentimiento de pertenencia inalterable, una forma de ser y hacer más allá de portar unos colores por los que tantos jóvenes canarios suspiran.
Mientras, la bandera de la cantera valencianista la porta Gayá, internacional absoluto. En el avión para Gran Canaria también se metieron Jaume, Rivero, Mosquera, Yarek, Vázquez, Guerra, Guillamón, Iranzo, Gozálbez, Fran Pérez y Alberto Marí. La quinta del Pipo se hace fuerte y con ellos, el Valencia en peso. Diego López, otro de los habituales, se queda en casa por una inoportuna lesión. El regreso a Europa, más cerca. Tampoco se dice muy alto en la capital del Turia. A la cima, con los suyos. Si hay que caer, lo cual no parece una opción para la hueste de Baraja, que sea con la gente de casa. El sentimiento de pertenencia puede con todo. Hoy, de inicio, se espera a Gayá, Guillamón o Guerra.
Pocos cambios de inicio
Se esperan pocos cambios, quizás ninguno, en los respectivos onces iniciales. Las Palmas recupera a Araujo, falto de ritmo por su sanción de cuatro partidos, y Javi Muñoz, un intocable. Las grandes prestaciones que siempre ofrece Enzo Loiodice alimentan el debate en el eje del equipo. Mientras, hasta tres novedades podría registrar la alineación valencianista: Diakhaby por Cenk en el eje de la defensa y la presencia de Fran Pérez por Diego López (lesionado). Mientras, Amallah puede actuar de segundo punta, por detrás de Hugo Duro, dejando a Yaremchuk en el banquillo, que fue titular la semana pasada cuando Baraja jugó con dos delanteros. Pero era el Almería y en Mestalla.
