El Sandro más efectivo
El delantero de Las Palmas, pichichi insular junto a Fábio Silva, multiplica su eficiencia de cara a la portería contraria. Tira más y bastante mejor.
Ya desde el principio de la presente temporada se observó un cambio radical en la forma en la que Las Palmas iba a encarar los partidos. Resulta que durante la etapa de García Pimienta el equipo grancanario buscaba dominar los duelos a través de la posesión sin importar ni el rival ni el escenario, a veces virtud y otras pecado, en cualquier caso una inalterable forma de ser.
Esta circunstancia se hizo especialmente notoria el curso pasado, en Primera, pues la hueste insular apiló el 59,71% de la posesión del balón. De hecho, solo la perdió en los duelos directos contra el Barcelona y en las visitas a San Mamés y Anoeta. Su registro global fue superado únicamente por el propio Barça, que amasó la pelota durante el 64,66% del tiempo total de juego de las 38 jornadas de liga disputadas.
El equipo dirigido ahora por Hansi Flick eleva este porcentaje, de momento, hasta un 67,84 insuperable para sus 19 rivales. Mientras, Las Palmas baja hasta el 50,48%, justo en el ecuador, un 10º puesto que sabe a poco, de tan distinguida clasificación.
Desde agosto, primero con Luis Carrión y ahora con Diego Martínez, en la hueste grancanaria se apuesta por un juego más vertical que tampoco es que esté dando mejores resultados. Derrotas y pocos empates al margen, hay un par de actores beneficiados. Especialmente, Sandro Ramírez.
El ahora 19, dorsal que permutara el verano pasado con Marc Cardona, viejo amigo suyo desde los tiempos comunes en la cantera del Barça, que ahora lleva el 9, explotó este curso como hace tiempo no hacía. De hecho, los ocho goles que acumula a falta de 10 partidos para que acabe la temporada suponen el segundo mejor registro de su prolífica carrera en Primera, 11 temporadas con la actual, lejos aún de los 13 que hizo con el Málaga durante el curso 2016/17.
El pasado, de hecho, solo marcó un gol. Ahora, con un juego más vertical del equipo insular, ha multiplicado exponencialmente su efectividad como refleja la métrica exacta de Besoccer. Dejando a un lado el número de goles por partido, Sandro enfoca menos pero lo hace mucho mejor: de los 2,18 chuts que hace por cada 90 minutos, casi uno va directo hacia los tres palos contrarios.
De hecho, su efectividad se ha multiplicado prácticamente por ocho. La menor posesión de Las Palmas también le priva a él de participar más con la pelota, pero a cambio se centra más en lo que mejor se le da.
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