El Sánchez Pizjuán pasa de fortín a caladero para los rivales
Malos datos. El Sevilla todavía no ha logrado ganar en ninguno de los siete partidos, cinco de Liga y dos de Champions, que ha disputado como local esta temporada.
El Ramón Sánchez Pizjuán ha pasado de ser uno de los estadios más complicados de la Liga a un feudo más que sencillo de asaltar. Así se encargan de refrendarlos los datos, siendo el más contundente que el Sevilla aún no ha logrado ganar en ninguno de los siete partidos, cinco de Liga y dos de Champions, que ha disputado como local esta temporada.
El empate ante el Valencia se suma a los cosechados ante Valladolid y Athletic. El resto de encuentros se cuentan por derrotas: Atlético de Madrid y Barcelona en la Liga y Manchester City y Borussia Dortmund en la Champions League salieron de Nervión con el triunfo bajo el brazo. Y sin excesiva dificultad.
El dato es aún peor si se retrocede hasta la pasada campaña. Porque tan cierto es que el Sevilla se despidió con un triunfo de su afición en la última jornada, también lo es que no había nada en juego ese día. Para encontrar una victoria del Sevilla como local con trascendencia clasificatoria hay que remontarse al 8 de abril, cuando se venció 4-2 al Granada en la jornada 31. Desde entonces, perdió ante el Real Madrid y empató con Cádiz y Mallorca antes de despedirse con el mencionado triunfo sin consecuencias logrado ante el Athletic.
Por tanto, desde el pasado 8 de abril, el Sevilla ha jugado once partidos como local, empatando en cinco ocasiones, perdiendo en otras tantas y sólo ganando una vez. El fortín del Sánchez Pizjuán ha pasado a ser un caladero para los rivales.