El reto de Kondogbia
El centroafricano quiere aprovechar el parón de selecciones para afianzarse en el once. Tras un inicio de curso complicado, ha ido ganando protagonismo con el paso de los partidos.
Geoffrey Kondogbia se encuentra en un momento clave de su temporada. Siempre disponible y preparado para el Cholo, al de Nemours (Francia) le ha llegado el momento de demostrarle a Simeone que la suya es la mejor apuesta que puede hacer para darle al centro del campo la estabilidad que ha echado en falta el equipo. En el tramo final de la pasada campaña sí contó para el argentino. Se convirtió, de hecho, en uno de los fijos de la sala de máquina. Tanto es así, que en los últimos ocho encuentros de la 21-22 en que estuvo disponible, fue titular. Únicamente se perdió el empate en casa ante el Granada por lesión. Todo hacía indicar que su buen ejercicio le daría este año la continuidad que, por méritos, merecía.
La historia, sin embargo, ha sido otra en este comienzo de campaña. No disputó ni un solo minuto en los dos primeros compromisos ligueros y tampoco ha debutado en Champions en lo que va de ejercicio. Pese a ello, su participación ha ido creciendo con el paso de las jornadas. Debutó ante su ex equipo, el Valencia, con más luces que sombras, y, a partir de ahí sus participaciones, en líneas generales, han dejado buenas sensaciones. No es casualidad. Están justificadas. Mientras que en Mestalla registró una única recuperación, del partido ante el Celta se marchó con 9, el que más del equipo. Aquel encuentro completó los 90 minutos y, aunque, tres días más tarde, desapareció del once en Leverkusen, el Cholo volvió a darle entrada en el derbi.
Destacado ante el Madrid
Su músculo se antojaba fundamental para trabar el juego ofensivo del Madrid y, en parte, lo fue. Pese al resultado, el internacional francés volvió a ser el futbolista rojiblanco con más recuperaciones (11), muy por encima de las que realizaron sus compañeros en el medio. Koke se marchó del campo con cinco, y De Paul, con una. Prácticamente dobló los robos que, entre los dos, completaron. No obstante, con el balón en los pies estuvo, igualmente, acertado. Registró un porcentaje de acierto en el pase del 92,5 %. De los titulares, solo le superaron Witsel (100%) y Felipe (94,6%). Además, tuvo tiempo, incluso, para inquietar la portería de Courtois y, aunque ninguno le salió entre los tres palos, disparó en dos ocasiones a portería.
Este parón le beneficia y él lo sabe mejor que nadie. Se queda en Madrid, por lo que el desgaste con el que vendrán sus compañeros incrementará, previsiblemente, sus posibilidades de repetir en el equipo. Ha ganado confianza y unos minutos en las piernas que no quiere perder. Sabía que un momento así iba a llegar y ahora lo tiene ante sí. En su mano, y todavía con margen de mejora, pero con un reto, el de afianzarse. Otra vez. Y con la obsesión de que sea la definitiva.