El reino del Atlético
El equipo rojiblanco acumula 14 victorias consecutivas en el Cívitas Metropolitano. De ganar al Alavés batirá el récord histórico del club... también con Simeone.
Ir al Cívitas Metropolitano es sinónimo de fiesta en las gradas... y derrota visitante. Se ha convertido en el estadio inexpugnable. En todo el 2023, tan solo el Barcelona, el 8 de enero, ha conseguido hacerse con el triunfo. El primer partido del año y la única derrota. Desde entonces, la felicidad se han instalado en la casa colchonera. Tras ganar al Valladolid (3-0), el Getafe se llevó un empate que metía el dedo en la llaga ante un Atlético al que le volaban los puntos en su feudo. Pero, el derbi frente a los azulones (4 de febrero), se convirtió en el punto de inflexión.
Desde entonces son 14 victorias seguidas. Athletic (1-0), Sevilla (6-1), Valencia (3-0), Betis (1-0), Almería (2-1), Mallorca (3-1), Cádiz (5-1), Osasuna (3-0), Real Sociedad (2-1), Granada (3-1), Real Madrid (3-1), Cádiz (3-2), Feyenoord (3-2) y Real Sociedad (2-1) han mordido el polvo en su visita al Cívitas Metropolitano. Con distinto guion, bien sea con total superioridad, goleando, sufriendo, marcando al final, remontando... pero siempre sumando de tres. Un total de 40 goles a favor y 12 en contra para igualar la mejor racha histórica del Atlético como local. Entre mayo de 2012 y abril de 2013, ya con Simeone en el banquillo, el equipo rojiblanco había conseguido 14 triunfos consecutivos.
Ahora, toca esperar 20 días para intentar superar la marca. Será contra el Alavés el 29 de octubre. Antes, tras el parón, el Atlético visita al Celta y al Celtic, dos partidos seguidos fuera después de concatenar tres en el Cívitas Metropolitano. En todos ellos, pese a la enorme lista de bajas y las dificultades, los de Simeone salieron vencedores. Ante el Cádiz remontando un 0-2 en la primera mitad, con el doblete de Correa y la diana de Nahuel Molina que desataron el delirio en la grada. En Champions, contra el Feyenoord, sufriendo hasta la extenuación y volteando primero un 0-1 y después el 1-2 gracias al doblete de Morata y el tanto de Griezmann. Y al parón se llega con el gol del francés de penalti en el minuto 89 que mantiene la estadística.
Antes del parón mundialista, el Atlético tocó fondo en su estadio. Los empates consecutivos contra Brujas, Rayo, Bayer Leverkusen y Espanyol, este último jugando en superioridad numérica durante una hora, acabó con todas las aspiraciones en Champions y alejó los puestos de arriba. Un ambiente complicado, con pitos hacia ciertos jugadores y mucha división en las gradas. Unas sensaciones completamente diferentes a las actuales. La afición del Atlético aprieta y tiene en Simeone su director de orquesta. Pleno de puntos esta Liga (también Real Madrid y Barcelona lo han ganado todo en su feudo), las 14 victorias seguidas traen al recuerdo ese Vicente Calderón que era un auténtico fortín.
En el derbi contra el Real Madrid, el Atlético batió su récord de aforo. Tras la remodelación veraniega y la ampliación hasta las 70.460 butacas, 69.082 estuvieron ocupadas para recibir al eterno rival. Frente a la Real Sociedad se vivió un feliz día de las peñas con 65.607 espectadores dentro del Cívitas Metropolitano. En verano, los socios atléticos se movilizaron en masa ante la votación vinculante llevada a cabo por el club donde se determinó recuperar el escudo antiguo (la próxima campaña). Una unión entre todas las partes que hoy se refleja en los partidos rojiblancos. El Metropolitano es feliz. Visitarlo es una pesadilla para sus rivales.
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