El regreso del nuevo ‘viejo’ Griezmann
El francés vuelve a Barcelona para enfrentarse al Barça, equipo al que se fue cuando se había hecho la estrella del Atleti y en el que no terminó de triunfar.
Solo ha habido dos años en la última década que Griezmann no refulgió como la gran estrella del fútbol que es. De 2019 a 2021. En Barcelona. Tenía 28 años en el verano en el que se decidió a dar el paso que el anterior se había quedado a medias. Ponerse otra camiseta e irse a la Ciudad Condal tras el sueño de ganar en un equipo lo que había levantado con su selección, Francia. Grizi pensaba que con la azulgrana lo conseguiría, interrumpiendo cinco años en el Atlético en el que había acariciado una Champions (en Milán) que el equipo rojiblanco terminaría perdiendo ante el Madrid, como la de Lisboa dos mayos antes. Si en La Decisión, documental que grabó con la productora de Gerard Piqué para envolver en tono NBA cuál sería su futuro en 2018 dejó al Barcelona plantado en el altar con el ramo (“Tío, que quiero quedarme”), doce meses más tarde se reenganchaba a ese tren que volvía a pasar. Pero nada salió como esperaba. Todo le costó un mundo.
Era el francés un futbolista que jugaba, y su mayor rendimiento, era en la misma posición que la de la estrella culé, Leo Messi, que tampoco terminó nunca de perdonar del todo el plantón del año anterior. El primer año marcó 15 goles en 48 partidos, un 0,31 su promedio más bajo desde que había cambiado la Real Sociedad por el Atlético, en 2014. La siguiente serían 20 (con 12 asistencias) y un promedio de 0,39. En todos sus años con el Cholo cuando menos había marcado sería en la 18-19, justo antes de irse, con 21 y once (0,44). Aquel verano se lo pasó colgado del teléfono con llamadas a Koke y al propio Simeone pidiendo volver. En mayo había visto cómo los que hasta hacía nada eran sus compañeros se proclamaban campeones de Liga. Con el Barcelona solo ganaría una Copa del Rey.
Un perdón ganado en la hierba
Volvió al Atleti, primero como cedido, y poco a poco, aunque la primera temporada le costó se volvió a ganar el cariño de la afición y el perdón desde la hierba. Griezmann volvía a ser feliz, con ningún entrenador como con el Cholo ha dado mejor rendimiento, y en el segundo año, cuando la situación económica ya acuciaba al Barcelona, esa cesión se convirtió en traspaso. Operación redonda en el Metropolitano. Un jugador que habían vendido por 120 millones ahora lo comprobaban por 20. Hubo quién dijo que el Antoine que regresó ya había pasado sus mejores años. Nada más lejos.
Griezmann es el estandarte del Atlético como lo era. Adorado por el vestuario, el cuerpo técnico y la afición, regresó para completar la historia que había dejado a medias: es el máximo goleador del club con 192 tantos, dejando ya muy atrás el techo que durante tantos años marcaban los 173 de Luis. Reconocido por el Diario AS con el Premio AS del Deporte en la Gala de 2023, a mejor jugador de la temporada 22-23 en la que dio 18 asistencias de gol (además de marcar 16), solo las lesiones le han frenado en este regreso: el esguince que sufrió la temporada pasada en febrero le arruinó un final de temporada que apuntaba en alto (haría 24 goles y daría ocho) y que alcanzó hasta la Eurocopa donde fue criticado por su rendimiento. El renunciar a ‘Les Bleus’ a sus 33 años le ha permitido recuperar el resuello y el tono habitual. El nuevo viejo Griezmann sigue siendo uno de los mejores jugadores del mundo. Y el Atlético lo nota.
Un Atlético que viaja este sábado a Barcelona, en el último partido del año natural, con un reto doble: ganar por primera vez con el Cholo como visitante en su casa a los culés y hacerlo para agarrar el cetro de la Liga. En estos momentos están empatados en lo alto de la tabla, con 38, los mismos puntos, y el Madrid acechando a solo uno. Ganar sería dar un gran golpe en la mesa, cuando aquella alcantarilla de la Castellana se desatornillaba en el anuncio de Sra. Rushmore para que emergiera el Mono Burgos con su “ya estamos aquí” para celebrar el adiós a Segunda. Forma con Julián Alvarez una de las parejas más en forma de Europa. Tanto monta, monta tanto. Se entienden, se complementan. Once goles lleva el francés, doce el argentino, 23 entre los dos. Griezmann viaja a Barcelona siendo la principal amenaza del Cholo. Como en los últimos diez años. Pero ahora con invitado a la mesa.
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