El Real Valladolid cumple siete días sin entrenador
El club blanquivioleta despidió a Pezzolano en la madrugada del sábado del domingo de la semana pasada tras la goleada ante el Atleti.


Siete días, una semana lleva el Real Valladolid sin entrenador más allá de la interinidad de Álvaro Rubio. La dirección deportiva del club blanquivioleta y los regidores de la entidad no han sido capaces de contratar a un técnico que pueda hacer reaccionar a una plantilla muy limitada, pero que tampoco está dando un rendimiento acorde y que se encuentra colista después de 16 jornadas, con nueve puntos.
Lo cierto es que la falta de entrenador es llamativa por la falta de previsión. Hace más de un mes que dentro del club existía el debate de la posible destitución de Paulo Pezzolano. Los malos resultados y la quiebra de la paz en el vestuario eran los principales argumentos. Lo que la temporada pasada era una piña se había convertido en un vestuario dividido. En ese momento el club comenzó a tantear entrenadores y Francisco era el elegido para llegar a Zorrilla. Había acuerdo desde hace un mes, pero entonces nadie volvió a contactar con el entrenador andaluz. De hecho, el parón de selecciones, el de noviembre, parecía la fecha perfecta para que hubiese ese cambio, pero el paso a tres centrales del uruguayo y el hecho de que el equipo se quedara a un minuto de ganar al Athletic (1-1) le dio una vida más al suramericano.
Sin embargo, los resultados siguieron sin llegar. La derrota en Getafe y el ridículo ante el Atlético de Madrid fueron la gota que colmó el crédito de Pezzolano, fulminado una hora y media después de esta última derrota. Entonces el club volvió a llamar a Francisco que molesto por la tardanza en poder coger al equipo decidió rechazar la propuesta con el argumento de que el equipo tiene pocas posibilidades de permanencia. Comenzó entonces la búsqueda de otro entrenador, mientras llegaban a Zorrilla diversas propuestas que no convencían, mientras Catoira, director deportivo, llamaba a tener “tranquilidad”.
Sin entrenador en el primer equipo, la entidad de Zorrilla nombraba a Álvaro Rubio, técnico del Promesas, como interino, en principio, para el partido ante el Real Ávila de Copa, que después se amplió al duelo de ayer ante Las Palmas. Y, mientras tanto, el club hacía algunas propuestas rechazadas por técnicos en paro e intentaba sacar del Huesca a Antonio Hidalgo, entrenador con el que ya contactó en marzo. El tarraconense estaba muy la labor de firmar. Sin embargo, los propietarios del conjunto oscense se negaron en redondo a permitir su salida al considerarlo clave para la supervivencia del club. Otro palo para el club pucelano que veía como pasaba la semana sin poder cerrar un sustituto para Pezzolano.
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“Soy muy malo como entrenador”
Con todos estos condicionantes, Álvaro Rubio se sentó en el banquillo del estadio Gran Canaria, aunque no logró evitar una derrota más. Si las previsiones que salen del club se cumplen, el riojano volverá con su equipo, el Promesas, el lunes, hoy juega en Ávila, por lo que hoy domingo debería ser oficial el nombre del nuevo técnico blanquivioleta si las cosas fueran normales, pero... Y ahí entran las quinielas en las que el argentino Gabi Heinze es el favorito pese a que no ha entrenado en Europa. El exjugador estuvo hace unas semanas en Valladolid, en la presentación del libro de Ramón Martínez, en la que afirmó que “se me hincharía el pecho” si fuera entrenador blanquivioleta. Veremos.
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