El reajuste del Valencia: de un coste de plantilla de 149 millones a 73,4 en cuatro años
El presupuesto de la temporada 2022/23 incluye la partida más baja por venta de futbolistas de los últimos años, ya que solo se obliga a hacer traspasos por 14 millones.
El Valencia se desprendió este verano de Jasper Cillessen, Gonçalo Guedes y Maxi Gómez y, sin ellos, su cuenta de resultados respira. Al menos en lo que a coste de plantilla se refiere. Ahí están las cuentas que presentará el club en su próxima Junta de Accionistas (12 de diciembre) para corroborarlo.
El Valencia se gastó en la pasada temporada, la 2021/22, 73,4 millones en salarios de su plantilla deportiva más otros 37,5 millones en amortizaciones. En total, el coste de la plantilla del curso pasado ascendió a 110,9 millones.
Según las cuentas del club, la plantilla que dirige Gattuso percibe en salarios 54,9 millones (18,5 menos que la de Bordalás) y la amortización de las inversiones realizadas en ella asciende a 19 millones (17,5 menos). En total, el coste de la actual plantilla asciende a 73,4 millones.
Es decir, el Valencia ha reducido el coste de plantilla de una temporada a otra en 37,5 millones, lo que le está permitiendo alcanzar un equilibrio financiero. Ello implica, por ejemplo, que en el presupuesto de este ejercicio se incluya la cifra más baja de los últimos cinco en lo que a previsión de ingresos por venta de jugadores se refiere: 14 millones (por los 41 millones presupuestados hace dos años o los 37 del pasado ejercicio).
149 millones: el récord de coste de plantilla de la era Lim
El Valencia ha pasado de tener en la temporada 2019/2020 una plantilla de 149 millones (85 en salarios y 63 en amortización de traspasos) a los 73,4 millones de la actual. Esa plantilla de 149 millones (con las incorporaciones en verano de Jasper Cillessen y Maxi Gómez) fue la que sufrió en septiembre el despido de Marcelino, en octubre la salida de Alemany, en febrero la pandemia y en julio no clasificación para ninguna competición europea. Y así se originó “la tormenta perfecta”.
El Valencia de Lim creyó, erróneamente, que los resultados deportivos no se verían afectados por el cambio de gestión (Anil Murthy en lugar de la de Mateu Alemany) y de dirección del equipo (Celades por Marcelino). Pero el Valencia quedó fuera de Europa y la pandemia agravó los males, pasando de una cifra de negocio de 164 millones (por su presencia en la Champions, en la final de Copa del Rey que ganó y en las semifinales de Champions) a los poco más de 110 millones de ingresos ordinarios en 2021.
Los tres años sin Europa han hecho mella en el apartado de ingresos por competiciones (aunque este año aumenta en unos tres millones por la disputa de la Supercopa) y los ingresos por retransmisión en la temporada 2022/23 se reducen hasta 67 millones -hace dos años fueron 83 millones y el pasado, 70-, penalizándose en el reparto la clasificación en Liga de los últimos tres años (9º, 13º y 9º respectivamente).
El desajuste económico en el Valencia no ha sido mayor porque el departamento de márketing ha conseguido, al menos en su zona de acción, taponar la sangría, manteniendo el nivel de ingresos por patrocinios y venta de productos oficiales (un 89% más de ventas en 2022 que en 2021). Este año el club está notando un aumento de ingresos por abonados y entradas, en gran medida porque la propuesta de Gattuso ha enganchado a los valencianistas.
Política de reducción de coste de plantilla
El Valencia, desde el verano de 2020, centra su política económica en la reducción del coste de plantilla, con venta de activos sin precedentes ese año (Parejo, Coquelin, Kondogbia, Ferran, Rodrigo…) y sin apenas haber realizado inversiones desde entonces (Marcos André y Andre Almeida han sido los traspasos más elevados, sin superar ninguno de ellos los dos dígitos). Así, el Valencia ha ido reduciendo en los últimos tres años los salarios y la amortización.
Así, de un total de 149 millones (85 en salarios y 63 en amortizaciones) de la temporada 2019/20 se pasó a los 123 millones (76 más 47) de la 2020/21 y a los 111,7 millones (73,4 más 37,5) de la 2021/22. El reajuste es significativo en las cuentas de la temporada 2022/23, con unos salarios de 54,9 millones y una amortización de poco más de 19, quedándose el total de coste de plantilla en 73,4 millones, una cifra que acerca al club a un equilibrio económico, aunque manteniéndole lejos de la que es su idiosincrasia competitiva.
El Valencia ha logrado tal recorte en su coste de plantilla desprendiéndose año tras año de los salarios más elevados, nutriendo su plantilla de canteranos (Jaume, Rivero, Mosquera, Gayà, Jesús Vázquez, Lato, Guillamón o Yunus), cedidos (Lino, Nico, Ilaix, Kluivert o Cenk), jugadores con la carta de libertad o a bajo coste (Castillejo, Cavani, Foulquier, Cömert, Mamardashvili o Herrerín) o largos contratos a los futbolistas por los que se ha pagado un traspaso (Marcos André, Almeida, Thierry o Hugo Duro, todos ellos hasta mínimo 2026, prorrogando así la amortización).