Rayo Vallecano - Real Madrid

El Rayo da carpetazo a la polémica: solo importa el Madrid

Los franjirrojos van disparados: décimos en Liga y con pie y medio en el ‘top-8′ de Conference. Ya tuvieron contra las cuerdas al Barça e irán a por los blancos.

Álvaro e Isi, contra el Lech.
Juanjo Martín
Maite Martín
Redactora de fútbol del Diario AS desde 2007 y licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. El fútbol modesto y las historias que esconde son su pasión. Por eso el Rayo la atrapó y el deporte paralímpico la enamoró.
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Vallecas vivió el jueves su primera noche épica de la Conference. El Rayo remontó, en el minuto 94, al Lech Poznan con un gol de Álvaro que provocó el delirio de la grada. Sin embargo, la felicidad no fue completa ya que esta gesta europea se vio enturbiada por el rifirrafe entre Iñigo Pérez y Balliu, a raíz del cambio del lateral. El técnico franjirrojo se marchó del estadio nada más terminar el encuentro y no compareció ante los medios. El club vallecano alegó que “estaba indispuesto”. Minutos más tarde, el Rayo anunció en sus redes sociales que el entrenamiento previsto para el viernes pasaba a ser a puerta cerrada.

A Iñigo Pérez no le gusta dar pistas al rival, aunque lo que buscaba era calma para que las aguas volvieran a su cauce. Y así fue. Las cosas se hablaron —la sesión debía empezar a las 11:30 y los jugadores no saltaron al campo hasta una hora más tarde— y se encauzaron. “Lo hemos arreglado en el vestuario, tema zanjado”, dijo De Frutos. Lo mismo verbalizó Ratiu: “Ya está solucionado”. Camello, incluso, subrayó la unidad de un equipo que siempre se ha caracterizado por ser también una familia: “Iñigo y Balliu son amigos. Lo bueno de este equipo es que somos todos amigos y no existe esa barrera entre cuerpo técnico y jugadores”.

Las caras de los futbolistas eran más relajadas que las de la zona mixta de Conference. “No ha pasado nada. Yo me calenté el otro día también y le pegué a un micrófono”, recordó Espino, haciendo referencia a su enfado por la sustitución durante el partido del Celta. El defensa se marchaba molesto hacia el túnel de vestuarios, pero Trejo lo calmó y consiguió que volviera. “No todo el mundo está contento cuando le cambian, pero es parte del juego y se queda ahí”, reflexionó Camello. Los ecos de lo ocurrido llegaron hasta la Selección. “Yo siempre estoy 100% a favor del entrenador y 100% en contra de la falta de respeto”, opinó De la Fuente.

Ya era el momento de mirar a los ojos a un Real Madrid que visita Vallecas apenas 65 horas después de la mágica noche continental. “El equipo está en una dinámica buenísima y el partido de Conference fue una locura. Nos va a venir genial”, insistió Camello. Y razón no le falta. El Rayo va como un trueno en Liga y en Conference y sigue adelante en Copa. Cumple los objetivos marcados, a pesar de tener uno de los presupuestos más bajos de Primera.

Los franjirrojos no se han dejado ir en esta vorágine de partidos y se sitúan décimos, por delante de Athletic y Celta, entre otros. No obstante, los vallecanos han merecido aún más puntos. Al Barça, sin ir más lejos, le tuvieron contra las cuerdas en un duelo que terminaron empatando (1-1) con polémica, dado que el VAR no funcionaba y no pudo revisar un dudoso penalti de Chavarría sobre Lamine, que terminó en gol. Con la misma sensación se marcharon del Metropolitano, donde consiguieron pasar de 1-0 a 1-2, hasta que Julián Alvarez completó su hat-trick y dejó a los de Iñigo sin premio. Días después, el CTA admitió que Koke tuvo que ser expulsado por agarrar del cuello a Batalla...

Vallecas recibe ahora al líder, a un Madrid que jugó el martes y llega a la cita de este domingo con más descanso. No hay miedo. Si algo han demostrado los franjirrojos es que compiten independientemente del rival y del escenario. La última vez que el Rayo ganó a los blancos (3-2) fue en la temporada 2022-23. Aquel 7 de noviembre, Iñigo ya dirigió al equipo por la expulsión de Iraola en el minuto 60. Curiosidades del destino, el Madrid fue el rival contra el que Iñigo se estrenó oficialmente en el banquillo franjirrojo y en Primera. Tampoco le fue mal y cosechó un empate (1-1).

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Los vallecanos solo han perdido dos de sus últimos ocho enfrentamientos ante los blancos y eso es gasolina para un equipo con pie y medio en el Top-8 de Conference. Este sábado habrá una nueva sesión, a puerta cerrada, en la que ya solo se hablará de fútbol, de cómo meter mano al líder, de seguir reescribiendo la historia... juntos.

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