El ‘Pucela de los detalles’ vuelve a perder tres partidos seguidos
El Real Valladolid encadena su segunda peor racha de derrotas del curso en apenas una semana y en el peor momento posible.
Cuando el calendario se aprieta y las jornadas se suceden casi sin descanso, hay semanas que pueden convertirse en una catapulta o en un balcón al precipicio. Esto último le ha pasado al Real Valladolid, a quien las tres derrotas cosechadas en ocho días le han dejado asomado a la fuerza a los puestos de descenso, con apenas un punto de margen, como quien tiene vértigo y sucumbe a la fuerza a la invitación de “mira, mira”. Esta racha se convierte ya en la segunda peor del presente curso, después de las cinco derrotas que llegó a encadenar Pacheta.
Llega, además, en el peor momento posible, a tan solo cinco jornadas para el final del campeonato liguero, con el margen para maniobrar ya reducido, y dilapidando el siete de nueve con el que se estrenó Paulo Pezzolano en el banquillo blanquivioleta, tras el empate ante el Mallorca y las victorias ante Villarreal y Girona, una suma que, en contraste, había sido la mejor del equipo durante la presente campaña, con un precedente antes del cambio de técnico: el de los triunfos ante Valencia y Real Sociedad y la igualada frente a Osasuna.
Viene a castigar el ‘rosco’ de los tres últimos envites al ‘Pucela de los detalles’, esos a los que tanto se alude desde el propio vestuario, y que afean el conato de reacción visto con la llegada del uruguayo. Empezaron a hacerlo en Mestalla ante el Valencia, donde el error incomprensible de Masip dio paso a un error en cadena que propició el gol de Javi Guerra, continuaron haciéndolo en casa ante el Atlético de Madrid, donde los blanquivioletas recibieron dos golpes en dos fallos en la primera mitad, y finalizaron con sendas desatenciones ante el Rayo en Vallecas en los dos tantos.
Antes del mal pase de Monchu hacia El Yamiq, que propicia la salida del conjunto de Iraola hacia la sentencia, como en el gol de la igualada valencianista, hubo una deficiencia conjunta en el gol de Raúl de Tomás desde el instante en el que Catena anticipa un envío largo en el centro del campo. Fran García y Santi Comesaña combinan sin amenaza cercana y el lateral se proyecta por fuera sin nadie que le persiga, obligando a Fresneda a dividir atenciones y no cerrar el servicio de Álvaro García, al que tampoco Aguado le encima. En el área, Raúl de Tomás entre Hongla y Javi Sánchez para cabecear solo a gol.
Estas tres derrotas consecutivas llevan el análisis del blanco al negro, ya que el Real Valladolid ha pasado de ponerse por delante en los cuatro primeros partidos con Pezzolano al frente a dejar dudas respecto a las sensaciones, difuminadas más allá de la rebeldía del deber y merecer empatar al Atlético antes del desafortunado detalle del gol en propia de Joaquín. No en vano, el cuadro blanquivioleta ha terminado aculado a menudo, lo que ha provocado que haya seguido encajando en los finales de los partidos, elevando el de Camello la cuenta de tantos recibidos en los últimos 15 minutos a nada menos que 20.