El plan B ya es plan A
Ancelotti ya verbaliza la palabra transición. “Demando comprensión en los veteranos y paciencia en los jóvenes”, dijo en la previa del Derbi.
El cambio de guardia se acerca. Cuando desde Barcelona se buscaba el fin de ciclo del Real Madrid tras la Supercopa, Ancelotti tiraba de capote en sala de prensa: “No es el fin, es el inicio”. Poco antes le ponía nombre: “Es una transición tras una época fantástica”. Los nombres también los ponía sobre la mesa. Los que han llegado para tomar el testigo: “Camavinga, Vinicius, Rodrygo, Valverde, Militao, Tchouameni, los que vendrán en el futuro...”. Los que lo entregarán: “El día que paren Karim (Benzema), Luka (Modric) de jugar, hay otros que tomarán el mando”. Durante el curso y potenciando la tendencia en los últimos partidos, el plan B ha ido sacando pecho. Poco a poco, se está convirtiendo en plan A.
En la previa del duelo contra los rojiblancos, en busca de la semifinal copera, sacaba de nuevo la palabra “transición” a la palestra: “Hablamos a principio de temporada de este tema: es un momento de transición en el equipo y todo el mundo debe entenderlo. Demando comprensión en los veteranos y paciencia en los jóvenes”. La pregunta giraba acerca del rol intocable de Kroos y Modric, quienes no han mostrado su mejor nivel tras el parón mundialista. El croata completó los 120 minutos contra el Atleti. Primer encuentro desde Qatar en el que Luka muestra una cara más reconocible. Aunque no empezó bien, fue creciendo durante el partido. Eso sí, se está mostrando alejado, de momento, de su mejor versión. Mientras que Kroos recuperó la titularidad tras jugar sólo los minutos finales en San Mamés, donde selló el triunfo en el 89′. Eso sí, en el 73′, con el equipo por detrás (0-1), puso rumbo al banquillo. Al igual que ante el Villarreal: se marchó con 2-0 y un minuto después comenzó la remontada (2-3).
De alternativas a realidades
Puro timing, pero coincidente con que futbolistas como Ceballos o Camavinga hayan ido creciendo en ese impasse temporal. Si en la Supercopa de España se encendía el runrún acerca de las dificultades del francés cuando era titular (cambiado al descanso en semifinales y en la final, sexta y séptima ocasión en la que ocurría), en Vila-Real comenzó a cambiar el paso. Con amarilla precoz (en el 35′) dio un clinic de madurez que le permitió completar los 90 minutos. Se llevó las alabanzas de Ancelotti, al igual que en San Mamés, donde destacó como pivote: “Tiene que tener ímpetu. Me parece un jugador muy correcto, no da patadas si no hay balón. Es bastante agresivo porque tiene mucha energía. Es un medio moderno, cubre muy bien la posición frente a los centrales. Nos ayudó mucho defensivamente y jugó un partido sobresaliente contra el Athletic”. Poco más se puede añadir, pero Cama coronó su progreso con una titularidad más, la sexta consecutiva, multiplicándose. Empezó como ‘5′ y acabó como ‘3′ por la lesión de Mendy, como uno de los futbolistas más destacados de la remontada.
Una realidad el de Cabinda como lo está siendo Ceballos, ante su ahora o nunca. El de Utrera fue héroe contra el Villarreal en su mejor partido como madridista. En un momento que cambia dinámicas. La del Madrid y la suya propia. El gol decisivo (2-3), la asistencia del 2-1 y fabricó el empate (2-2) llevaron su firma. La derrota frente al Barça y el 2-0 al descanso hacían que las alarmas tintineasen y Ceballos las apagó. Salió de inicio en La Catedral y destacó y contra el Atleti, a pesar de protagonizar la polémica (”debió ser expulsado”, confirmó Iturralde González), rehabilitó la sala de máquinas con su ingreso al verde. El centro del campo contó con otros bríos con la entrada de Ceballos. Termina contrato en 2023, como Modric y Kroos, y está abierto a renovar. Como ya informó AS, el Madrid está impresionado. Con razón. Ahora mismo, Ceballos es mucho más que una mera alternativa. Mientras Modric y Kroos -de 37 y 33 años- pierden fuelle, Camavinga y Ceballos -de 20 y 26- lo ganan.
Al igual que un Tchouameni a quien su ausencia (se le espera para el choque ante la Real Sociedad) le está elevando su papel de indispensable, pues solamente su compatriota Camavinga ha sido capaz de suplirle con cierta garantías como stopper. El ex del Mónaco, además, ejemplifica ese cambio de guardia de manera exponencial: la marcha in extremis de Casemiro le entregó galones de manera automática y, si no hay problema físico, su titularidad es innegociable. Los 80 millones de euros invertidos en verano, un desembolso en clave futuro próximo, ha evolucionado, a sus 23 años, a presente con esa mutación de rol cuando el mercado veraniego expiraba.
Carvajal y Benzema son los otros dos grandes veteranos que fueron vértebras de la exitosísima temporada 2021-22 que no están mirando la 2022-23 con la misma cara. El lateral leganense ha vuelto del Mundial en un estado de forma muy dubitativo, y no sólo en lo físico. Forzó en la Supercopa y en la final contra el Barça fue uno de los grandes señalados. Actuación que no es una gota en el océano, puesto que está ante su peor temporada desde la 2017-18, según los datos de Olocip. En tanto que Karim, si bien ha recuperado el tino y ya suma 13 tantos esta temporada, 5 desde la vuelta a la competición, y es pichichi blanco, ya ha visto cómo Vinicius, Valverde y Rodrygo le arrebataban protagonismo en sus ausencias.
Un tridente muy real
El inicio de la temporada estuvo marcado por las lesiones de Benzema, de 35 años, momento que aprovechó el trío para dar un paso al frente y erigirse como salvadores del equipo. 10 goles de Vinicius, que ya se elevó al Olimpo blanco la campaña anterior, 8 de Valverde y 7 de Rodrygo antes de que apareciera el Mundial. El Halcón ha perdido vuelo desde entonces, aunque Ancelotti no duda: “Nos encanta y no le pedimos goles, suno que aporte en ataque y defensa. Cuando recupere su nivel, marcará”. Y la pareja brasileña ya lo está recuperando: ya suman 2 goles cada uno en 2023. Especialmente decisivo el Rayo, salvador contra el Cacereño y el Atleti en Copa.
Un Madrid cuya transición está siendo tremendamente dulce. Ya lo estaba (en transición) el curso pasado y terminó levantando tres títulos (Supercopa de España, Liga y Champions). En este, donde Ancelotti insiste con el término, han perdido una bala (Supercopa de España), atinado en otra (Supercopa de Europa) y tiene opciones reales de alzar cuatro títulos más (Mundial de Clubes, Copa del Rey, Liga y Champions). Los Modric, Kroos, Carvajal y Benzema fueron el plan A de Ancelotti. Ahora, el B y el A se mimetizan cada día más. El relevo está preparado y no hay mejor aprendizaje que la victoria perenne. Y en el horizonte aparecen Bellingham, Endrick...