El Metropolitano, un estadio feliz
El Atlético celebró el Día del Niño con su octava victoria consecutiva en el estadio, un ritmo muy diferente al de antes del Mundial, con tropiezos deportivos y un ambiente convulso.
El Día del Niño no fue una excepción en la buena racha del Atlético en el Metropolitano. El equipo ha revertido la situación y, si en otoño jugar en casa era casi una penitencia, en 2023 ha convertido el estadio en un fortín. Contra Osasuna, los rojiblancos celebraron la octava victoria consecutiva en su hogar, ante más de 57.000 espectadores, muchos de ellos niños. Antes que los navarros, cayeron Cádiz, Mallorca, Almería, Betis, Valencia, Sevilla y Athletic. Por delante solo queda ya el partido contra la Real Sociedad del domingo (19:00).
Simeone dio valor a que los jugadores respondieran ante la presencia de tantos niños y también al cambio de ambiente en el Metropolitano: “Hay que agradecer que de diciembre para acá la gente volvió a estar con el equipo en el lugar donde nos hace más fuertes. Cuando tenemos una fortaleza en nuestra casa, el equipo crece”. El futuro, ya en la próxima temporada, pasa por que el rendimiento en el estadio sea notable. Para ayudar a ello, como ha contado AS, la capacidad del recinto crecerá hasta superar los 70.000 espectadores.
Una condena en Liga y Champions
Antes de la Copa del Mundo, el balance como local fue mucho más pobre. El Atleti jugó seis partidos y solo ganó dos, empató otros dos y perdió los mismos. Números de equipo que lucha por la permanencia. En Champions, ganó a Oporto con un gol en el minuto 101 y cedió sendos empates ante Leverkusen y Brujas que le condenaron a la eliminación. Y no solo los resultados, sino un ambiente complicado, huelgas de animación, divisiones entre la afición y pitadas cruzadas... En los últimos meses, por fortuna para el Cholo y los suyos, han vuelto los buenos resultados y ha vuelto la unión al Metropolitano.