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ATLÉTICO DE MADRID

El Metropolitano se rinde a De Paul

La afición del Atlético aplaudió a De Paul cuando fue cambiado por Simeone. Hasta hace bien poco su hinchada le quería ver lejos del equipo. Ya nadie discute que es un jugador importante.

El Cívitas Metropolitano se rindió a De Paul. La afición del Atlético aplaudió a rabiar al jugador del equipo rojiblanco cuando fue cambiado por Simeone pasada la hora de encuentro frente al Valencia. El argentino retornó al once inicial y mostró que es un jugador llamado a ser básico en el esquema del Cholo. De Paul ha pasado de ser silbado y criticado por la hinchada del Atlético a aplaudido. La afición ya le quiere como uno más, aunque al campeón del mundo le ha costado mucho ganarse a los suyos. También en este sentido parece que lo peor ha pasado para el centrocampista, a quien se le vio divertirse ante el Valencia.

De Paul es otro después del Mundial. Tras ganar el título, regresó lesionado a Madrid. La hinchada no entendió que fuera un jugador imprescindible con Argentina mientras que con el Atlético su juego pasara prácticamente inadvertido. Su primera parte de la temporada fue insulsa, sin tener peso en el juego del equipo. Fue blanco de la crítica de una afición que quiso verle fuera del Atlético. A su pobre juego no ayudó su falta de disciplina en un par de ocasiones, algo que provocó el enfado de su entrenador.

Simeone tuvo paciencia con él. El Cholo siempre dijo en las ruedas de prensa que era un jugador diferente, distinto, un campeón del mundo y un jugador con personalidad suficiente como para triunfar de rojiblanco. Con 28 años, y con contrato hasta 2026, muchos entendieron que el Atlético tiró el dinero cuando le fichó por 35 millones de euros del Udinese. Berta entendió que estaba preparado para dar el salto a LaLiga, competición en la que ya había jugado tras su paso por el Valencia.

El futuro pinta ahora diferente para el jugador del Atlético. Diferente porque ha conseguido lo más complicado: darle la vuelta a la situación. Tras 19 partidos ligueros, con un gol y tres asistencias, De Paul sonríe. Tiene motivos para ello. El Mundial le ha relanzado. Ya nadie le discute. Ahora hay que esperar que siga con esa regularidad hasta que acabe la temporada. Su equipo se lo agradecerá.