El mejor Griezmann ha vuelto
El francés fue el jugador más destacado en el empate contra el Rayo. Asistió a Morata, le anularon un gol, generó siete ocasiones y recuperó nueve balones, líder de todas las estadísticas.
El Atlético se acoge a Griezmann. Como si se tratase de un déjà vu, el francés se ha liberado después de asegurarse su continuidad en el club, firmada hasta el año 2026 en el inicio del mes de octubre, y en sus cinco titularidades consecutivas cada vez está más cerca de ser el Griezmann anterior al que se marchó al Barça en el verano de 2019.
Y, si tenía que ganarse algún perdón, lo ha hecho sobre el campo además de micrófono en mano. Griezmann se ha echado el equipo a la espalda y solo el penalti señalado por mano de Giménez en el descuento del partido ante el Rayo rompió una ecuación que ha dado tanto rédito ha dado a Simeone durante años: acción de gol del francés y portería a cero. La que dio el triunfo en San Mamés con su tanto asistido por Morata y que cambió las tornas en el regreso al Metropolitano con el ‘8′ poniendo un centro de oro para que el punta abriese el marcador. Si hay una buena noticia en el empate en casa contra el Rayo es volver a ver a Griezmann a su mejor versión, con la chispa, rapidez, intensidad, trabajo y acierto que le llevó en dos ocasiones a ser nombrado como el tercer mejor jugador del mundo y Balón de Bronce.
Finalizada su participación restringida a la media hora final de los partidos, algo que sobrellevó de manera encomiable y sin una mala cara, el delantero ha disputado 414 de los últimos 450 minutos del Atlético. La duda del ataque es quién va a ser la pareja de Griezmann: para Simeone es el francés y diez más. Poco más se le puede pedir para intentar ganar un partido. Las estadísticas de OPTA definen su participación contra el Rayo: una asistencia para Morata, un tanto anulado donde había definido a la antigua usanza, siete ocasiones de gol generadas (los siguientes fue Nahuel y Carrasco con dos), seis centros intentados, dos regates completados y nueve recuperaciones, el líder del Atlético en todos los ámbitos. Este último apartado, donde empató con Savic, habla del sacrificio de una estrella que a su vez es el jugador que más corre (por encima de los once kilómetros) y más roba. A todo ello hay que añadir 42 pases buenos de 49 intentados (89,4% de acierto).
Tener a Griezmann recuperando su mejor versión es la luz a la que se acoge un Atlético de nuevo castigado por las lesiones y que también requiere la máxima participación del francés entre líneas para hilvanar el juego, ya que sin Koke, Lemar y Llorente se pierde creatividad y fútbol en segunda línea. Al jugador también se le ve con la confianza al máximo, dejando detalles de clase para acelerar o frenar el fútbol del equipo y moviéndose a la perfección entre líneas. Y, en total suma cuatro goles y tres asistencias. Si la competencia arriba es máxima, la explosión de Griezmann lleva a Morata, Cunha, Correa y João Félix a pelear por un único hueco, dos en las pocas ocasiones que el brasileño o el argentino participan caídos a banda.
El portugués es quien ha perdido mayor cabida desde el parón, disputando únicamente 37 minutos en los últimos cinco encuentros, viendo dos al completo desde el banquillo pese a que el Atlético no ganó ninguno de ellos (Brujas y Rayo). Griezmann puede ser el mejor espejo para João. Un jugador al que en su llegada le costó entrar en los onces y se lo ganó a base de esfuerzo, trabajo y goles. Si el empate contra el Rayo devolvió al Atlético al pesimismo, el francés es el clavo al que agarrase de cara a lo que viene. El Griezmann de hace un lustro ha regresado.