El máster de Paulo André y Ronaldo
El Real Valladolid sigue en barrena. El conjunto vallisoletano cayó en Getafe, en uno de esos partidos que se supone que es de la liga de los blanquivioletas y sigue su dramática caída hacia Segunda División, en un partido que volvió a demostrar que la plantilla es cortísima de calidad para afrontar esta categoría. Paulo Pezzolano apostó, de nuevo, por una defensa de tres centrales para tratar de no encajar, pero el resultado fue que el equipo volvió a encajar dos goles, ha recibido 27 en 14 encuentros.
Las carencias pucelanas son muchas. Defendiendo por acumulación se defendió correctamente hasta que el lateral derecho jugando en la izquierda tuvo que despejar en un balón profundo, no llegó y se produjo el primer gol. El segundo, directamente, es de circo. Mario Martín en vez de dejar salir el balón por la línea de fondo lo vuelve a meter en el centro del área y Latasa no es capaz de despejar para que Nyom marque su tanto. Estaba escrito que el primer, y segundo, gol de los azulones que no fuera de balón parado iba a tener como víctima al Real Valladolid, el rey de las aspirinas.
El Real Valladolid va camino de Segunda, del tercer descenso de Ronaldo que va a vender el club más pronto que tarde, pero tiene pinta de que será en la categoría de plata. El legado del brasileño va ser “magnífico” con tres descensos y una ciudad deportiva que no ha pasado de los planos. Si quería demostrarse a sí mismo que puede ser un buen gestor, definitivamente, ha fracasado. Durante el partido corrió por las redes una foto del brasileño jugando al tenis mientras los suyos perdían en Getafe. Ya no me duele, pero sí me parece una muestra de que Ronaldo ya está a otras cosas. Ha hecho el máster de dirección de una institución histórica en Valladolid, aunque no me arriesgo a decir que lo haya aprobado por incomparecencia, y el club es una de sus últimas preocupaciones. Sólo falta que venda y cuanto antes, mejor.
También su gurú, Paulo André, ha hecho un máster en Valladolid y, de paso, ha destrozado la esperanza y la viabilidad de un club que tendrá que resurgir de sus cenizas con unos contratos draconianos. Los datos: en las dos primeras temporadas con Suárez, Miguel Ángel Gómez y Sergio González el club se mantuvo sin demasiados problemas en Primera. En la tercera, Paulo André apareció, afirmando que llegaba para aprender cuando, realmente, estaba realizando una auditoria del club para tomar el mando. Y saltaron por los aires primero Suárez y, más tarde, coincidiendo con el descenso, el técnico y el director deportivo. Esta última baja es clave. El andaluz era el que le decía siempre “no” a Ronaldo, un caprichoso que quería hacer mil “travesuras” con su club, así que el hecho de bajar a Segunda le dio la llave al brasileño para deshacerse de él y otorgar plenos poderes a Paulo André, del que Ronaldo dijo en la SER que “le había cambiado la mentalidad”.
Su influencia es total. Sin experiencia en dirección deportiva, Ronaldo le otorgó el papel de Director del Área de Estrategia Deportiva, fracasando rotundamente. Le hará muy bien a su mentalidad, pero al Real Valladolid lo ha hundido porque no hay que olvidar que en el legado de Ronaldo estaba el objetivo de asentar al equipo en Primera e, incluso, llevarlo a Europa. Paulo André, como un fantasma, como un ser que está por encima del bien y del mal, aparece y desaparece del club, no da nunca la cara, pero mantiene su influencia sobre el máximo accionista hasta el final... llevándole a situaciones como la actual. Pobre Real Valladolid.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.