El marzo fatídico del Betis

La derrota del Betis en Gerona multiplica las dudas sobre su actual proyecto. Se trata del peor momento de la Era Pellegrini. Su cuarta campaña en Heliópolis suma otro revés y el técnico trata de vislumbrar hilos de luz sobre los que apoyar su plan hacia Europa. La búsqueda del cuarto billete continental seguido se cruza con aristas inesperadas tras estas cuatro derrotas seguidas en Liga. El Betis no vivía una racha tan negativa desde el 2014, aquel año en el que terminó condenado al descenso a Segunda.

El contexto preocupa a Pellegrini y al beticismo. El equipo mira de reojo a la final de Copa a sabiendas que un triunfo del Athletic renovaría sus aspiraciones europeas con esa séptima plaza que daría derecho a la Conference. Sin ese escenario, las vistas hacia la sexta plaza se nublaron: siete puntos respecto a la Real Sociedad que saben a distancia casi insalvable. Por números y por sensaciones. La caza de la séptima plaza, actualmente en su poder, también tendrá una lucha creciente con rivales como Valencia, Getafe, Osasuna o Villarreal dispuestos a incrementar sus fuerzas.

Pellegrini ya supo salvar finales cuando las tuvo delante suya en años precedentes. El técnico cree que el grupo está preparado para afrontar lo que viene y trata de agarrarse a las garantías que vislumbró en algunos tramos de los últimos encuentros. Se agarra a Isco como líder y cruza los dedos para que el gol de Willian José no desaparezca ahora. Ocho finales que conducen a Europa o a otra crisis de identidad. El Betis dice adiós a su fatídico mes de marzo con la esperanza de que abril le brinde la oportunidad de seguir trazando ese crecimiento que Pellegrini trajo consigo hace más de tres años.

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