El Madrid reivindica a Rodrygo
Desde el club blanco presumen de sus cuatro fantásticos, al igual que Vinicius o un Bellingham que alzó la voz en redes: “Sólo los tontos olvidan a la R”.
“He visto mucho en las redes. Que falta Rodrygo o falto yo, dicen, intentando crear una dinámica negativa. Ha llegado Kylian y tengo una buena relación con Rodrygo y Vini. En general, es como si llevásemos mucho tiempo juntos. Somos grandes amigos fuera y disfrutamos mucho dentro. Se vio lo que somos capaces de hacer”. Bellingham, en la televisión oficial del club, apagó cualquier tipo de runrún. Y zanjó el asunto con un “sólo los tontos olvidan la R”. Vinicius llevó a sus redes una fotografía del cuarteto festejando el tanto de Kylian. “Los cuatro fantásticos”. Mbappé también la reprodujo. Mientras que el club, que había obviado al 11 en el cartel previo al duelo, dobló la apuesta. Directo a su foto de portada en X. Feliz el Madrid, felices los cuatro.
Una reivindicación colectiva que sirve para poner en valor la figura de Rodrygo, que utilizó su jardín, la Champions, para devolver las aguas a su cauce. Venía de un encuentro complicado. Ante la Real no anduvo fino tras sustituir a Brahim. No obstante, tras esa suplencia había un porqué. Descanso y un físico sobrecargado. La idea era participar sólo en situaciones extremas. La desafortunada lesión del malagueño lo fue. Y Rodrygo pasó de puntillas por Anoeta.
Líder en Champions
Poca incidencia, actuación antónima a la del martes. El soniquete de la Champions activó su versión más reconocible. Tardó, como todo el Madrid, pero los mejores minutos de Rodrygo coincidieron con los mejores minutos blancos contra el Stuttgart. Participativo, asociativo y decisivo. Si en San Sebastián sólo intentó un regate, no remató y apenas tocó una vez el balón en área rival, ante el club suabo fue el madridista con más pases en el último tercio (14), el que más regates completó (cuatro), quien más centros intentó (siete), en su nuevo rol de capitán del balón parado tras la marcha de Kroos y remató en tres ocasiones.
Aunque el highlight fue el gol. Mittelstadt falló de manera inexplicable y allí estuvo el de Osasco. Eslalon, cabeza alta y regalo a Mbappé, que le quitó el envoltorio. Fue su segunda asistencia de la temporada, la primera en una competición que conoce de memoria. Con 20 goles, tiene el top-5 de brasileños más prolíficos en la Liga de Campeones a tiro (Gabriel Jesús, 5º, lleva 24). Con sus 13 asistencias ha conseguido participar en un tanto de manera directa cada 93′. Prácticamente en cada partido, por promedio, sale en la radiografía del gol.
Ancelotti le sustituyó en el 75′, pero la confianza que le profesa es plena. En palabras: “En la elección del Balón de Oro no ha sido valorado. Merecía estar en los 30 sin ninguna duda. Entiendo que esté molesto. Alguien se ha olvidado de lo que ha hecho en la Champions, marcando ante el City y siendo importante. Es una virtud que él sea un comodín, de que pueda jugar en muchas posiciones y siempre bien”. Y en hechos: sólo rotó en Las Palmas y saltó al campo tras el descanso y el reposo de San Sebastián escondía también cierta precaución. El resto, titular. Como casi siempre: tercero en minutos el curso pasado (3.707′). Si hay debate, no es interno. El Madrid, desde todos sus estamentos, cierra filas con Rodrygo.
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