El Madrid juega con fuego
Sólo ha ganado uno de los últimos nueve partidos con ‘tranquilidad’. Ha entrado en una dinámica de vencer por la mínima... o marcando en las rectas finales.
Si es sufriendo, sabe mejor. Y el Madrid no sólo está demostrando saber hacerlo, sino además parece hasta haberle cogido cierto gusto. Y los datos lo reflejan: sólo ha ganado con ‘tranquilidad’ uno de los últimos nueve partidos. Traducción: llegando al minuto 70 -aproximadamente- con un margen de dos goles y sin sufrir sustos. De los últimos nueve partidos, esto sólo pasó en Glasgow. Los otros ocho tuvieron curvas y sobresaltos: cuatro los ganó por la mínima y tres fueron sentenciados en el descuento (el otro, Osasuna, acabó en chamusquina).
Desde Balaídos, cuando el Madrid lució su puño de acero, se han disputado estos nueve partidos. El Madrid fue a Cornellà-El Prat, un partido que en el minuto 87 iba 1-1. Un gol de Benzema en el 88′ y la sentencia del francés (con Cabrera de portero) en el descuento, decantaron la balanza. Luego llegó el Betis al Bernabéu, al cual venció por la mínima (2-1) y con Courtois luciéndose en la recta final ante Guido Rodríguez. Acto seguido, el oasis: Glasgow. Hubo un tramo de tensión, pero el cuento acabó en victoria plácida: el Madrid ya ganaba 0-2 a la hora de juego y sentenció a orillas del 75′.
Lo siguiente fue la expedición del Mallorca a Chamartín, otro partido que el conjunto blanco no sentenció hasta el final. En el minuto 89, la cosa iba 2-1, pero un arreón firmado por Rodrygo y Rüdiger espantó cualquier fantasma. El culmen de los nervios se alcanzó ante el Leipzig, una noche de atasco futbolístico que pareció pintar a debacle. Pero en el minuto 81 apareció el Halcón para, con un Halconazo, romper la muralla de los energéticos. Pese a ello, otra vez enfilaron el descuento ganando por la mínima y otra vez, en el añadido, se puso la sentencia, obra de Asensio.
El derbi del runrún
Acto seguido, llegó la hora de visitar el Metropolitano. Y lo que por momentos pareció un derbi plácido, encarrilado y casi decidido, se puso al rojo vivo en los minutos finales. El gol de Hermoso en el 83′ hizo temblar el castillo de naipes, que finalmente quedó en pie. Aquella noche Courtois llegó a bromear sobre la utopía en la que se había vuelto dejar la portería a cero: “¡Bueno, al menos en Champions sí! Es algo que tenemos que corregir, está claro”. El belga, desde aquel partido, no ha vuelto y una inflamación del sacro tiene la culpa. Estos últimos tres partidos han sido oportunidades para Lunin.
El ucraniano, ante Osasuna, sufrió un golazo inexplicable de Kike García en una noche donde los suyos pincharon y dijeron adiós al récord del mejor arranque de la historia del club. Se evaporó. Y aunque en los dos siguientes partidos se encauzó el rumbo, fue en la misma dirección: victorias por la mínima ante Shakhtar (2-1) y Getafe (0-1). Ancelotti, tras el triunfo en el Coliseum, habló sobre este asunto: “Hemos controlado el partido desde el principio, aunque adelantarnos tan pronto, evidentemente, ha ayudado. Pero sí, es cierto, nos ha faltado sentenciarlo, lo hemos mantenido vivo hasta el final”. El Madrid se ha abonado a los partidos sufridos. Y esta semana hay Clásico.