El Lille retrata a la defensa del Celta

El Celta pasó este martes por Francia y le hubiese ido mejor acercándose hasta los Juegos Olímpicos que jugando un amistoso. En su quinto ensayo de la pretemporada encajó su primera derrota. Nada grave si se tiene en cuenta la jerarquía del rival, dado que el Lille se enfrentará la próxima semana al Fenerbahçe de José Mourinho en la tercera ronda de la previa de la Champions League, pero el traspiés sí que resulta algo preocupante por la imagen ofrecida. A merced de su adversario casi todo el encuentro, el cuadro vigués repartió regalos en defensa, especialmente sus centrales. Este bolo veraniego vuelve a poner en el ojo del huracán a Starfelt y a Unai Núñez.

Claudio Giráldez maneja una nómina de diez jugadores que pueden actuar en la línea de tres zagueros y pese a ello ha pedido el fichaje de un central zurdo. Las dudas del técnico son comprensibles y desbarajuste defensivo ofrecido en Valenciennes – a 50 kilómetros de Lille- tampoco coge por sorpresa a nadie. Los celestes se han desangrado en la parte de atrás durante las últimas temporadas y un rival superior técnica y físicamente reabrió la herida sin encontrar demasiada oposición. Cada fallo grosero de los gallegos, lo castigó el cuarto clasificado la pasada campaña en la Ligue 1.

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Desde el inicio del partido los locales llevaron la batuta y el dominio derivó en un cuarto de hora para olvidar del Celta. El primer tanto llegó a balón parado, el principal punto débil de los olívicos en esta pretemporada. Haraldsson cazó un rechace dentro del área ante la pasividad, entre otros, de su marcador, de Hugo Álvarez. El Lille amplió su ventaja tras una pérdida de Manquillo como antesala de un souvenir de Starfelt. El sueco más que despejar dio una asistencia a Gudmundsson. Solo faltaba por sumarse al despropósito de los centrales Unai Núñez y el vasco la lio a lo grande en el 3-0. Su pifia como último hombre dejó a Bayo mano a mano con Iván Villar.

En medio de la humillación emergió Bamba, en el reencuentro con sus excompañeros. El costamarfileño, que ganó una Ligue 1 con la camiseta del Lille, filtró un pase que solo esperaba Douvikas. Y el griego sigue a lo suyo. Definió con su habitual frialdad, esta vez regateando al portero. Lo hizo fácil para anotar su sexto gol del verano.

La reacción céltica se diluyó en el paso por los vestuarios. En una segunda parte de control francés, pero sin ocasiones claras, lo más reseñable fue el estreno de Borja Iglesias. El Panda compareció sobre el terreno de juego a falta de 20 minutos para el final y dispuso de una buena opción para plantarse delante del meta local, una arrancada en la que se le escapó el control. La derrota y, sobre todo, la imagen del Celta generan las primeras dudas de la pretemporada. Con ellas convivirá la expedición viguesa hasta el sábado, cuando visitará al Lutton inglés en el segundo ensayo de esta minigira.

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