El Leganés retrasa sus entrenos, molesto por el calendario y los efectos del virus FIFA
La última sesión previa al partido contra el Betis ha sido a las 19:00 y no a las 11:00 porque si no, no se podía contar con sus cuatro internacionales.
Malestar. También resignación. “Es lo que hay”, repiten en Leganés, equipo acostumbrado al que el Virus FIFA le castigue en las últimas temporadas. En Segunda, porque era de los conjuntos de la categoría de plata que perdía más futbolistas para las jornadas en las que el resto de competiciones paraba por los partidos de selecciones… pero no LaLiga Hypermotion. Ahora, en Primera, el daño es diferente.
Y no ayuda el calendario. Que los pepineros abran la jornada con el partido de este viernes ante el Betis ha provocado que los cuatro internacionales blanquiazules lleguen con pinzas al partido. Tanto es así, que Borja Jiménez anunció este miércoles en rueda de prensa que tuvo que atrasar el entrenamiento del jueves previo al partido (de las 11:00 a las 19:00) para poder contar con Tapia, Porozo, Neyou y Cissé, el póquer de fútbolistas que han partido con sus selecciones. Podrían haber sido cinco de no haber mediado la petición de Sébastien Haller, que reclamó no ir con su país para poder ponerse a punto con su nuevo equipo.
“Esto es trabajar con los ojos vendados”
“Tenemos que pensar que los jugadores nos llegarán mañana”, comentaba el técnico en referencia al jueves. “Viajan esta noche [del miércoles]. A las 11:00 [del jueves] llegan. Hemos cambiado la sesión de horario para que puedan entrenar. Claro que va a condicionar. Las bajas no las sabremos hasta que no vengan. Habrá que ver cómo llegan. Esto es trabajar con los ojos vendados… Los que estamos aquí estamos todos sanos”, dijo con cierto tono que convirtió en queja moderada, pero rotunda al ser cuestionado por AS a propósito del caso Porozo.
El ecuatoriano ha hecho 18.000 kilómetros con Ecuador para no jugar ni un minuto. Al ser fichaje tardío, con el Lega apenas ha entrenado una semana. Casi se ha ejercitado más tiempo con su país que con el Leganés.
“Es lo que hay. Es lo que tenemos. Quizá el altavoz del entrenador del Leganés sea pequeño para poner una queja. Escuchamos a los jugadores de nuestra selección, de otros países, que creen que no se están haciendo las cosas bien. Este altavoz es más pequeño que otros. Pero la gente con peso en el fútbol mundial debe solucionar lo que es un problema. Te llegan jugadores a 24 horas antes de un partido. (…) A nosotros nos pasa con cuatro jugadores, pero a los grandes les pasa con muchos más. Mi altavoz es pequeño”, concluía su queja el técnico.
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