El Leganés paga el nuevo ritmo de Primera con más lesiones
La exigencia física de la categoría pasa factura a los pepineros, que ya han visto como once jugadores se han lesionado. También le cuesta llegar al final de los partidos.
El Leganés ha sufrido un importante cambio con el cambio de categoría. El ascenso a Primera ha traído consigo una llamativa acumulación de lesiones que la temporada pasada fueron, en Segunda División, excepción. Problemas físicos los hubo claro. Especialmente en el tramo medio del curso en el que, por ejemplo, cayeron Miguel (menisco) o Dani Raba (problemas musculares). Pero en general, la tendencia generalizada del equipo positiva. Tanto, que se llegó a la última jornada sin bajas por dolencias. Todos estuvieron disponibles para la gesta del ascenso ante el Elche.
Ahora, con los pepineros ya en la élite, el elevado ritmo que supone este salto de categoría sí que está dejando más problemas de los habituales, con una enfermería que empieza a presentar aspecto saturado. En la última convocatoria, ante el Girona, Borja Jiménez sólo pudo contar con 18 de los 24 jugadores que conforman su plantilla, todos tocados.
Once pepineros, bajas por lesión
A saber, Raba, Diego García, Jorge Sáenz, Porozo, Haller y Naim no entraron en lista por estar lesionados. Antes, en Copa, el técnico abulense no pudo contar con Haller y Dmitrovic como ausencias de última hora por sendas molestias físicas que, en el caso del delantero costamarfileño, prolongaron su ausencia en Liga. “Es cosa también de la categoría nueva, del estrés… la metodología sigue siendo la misma. Hay que afrontarlo con naturalidad para que los jugadores den pasos adelante”, comentaba el técnico en la previa del partido contra los catalanes.
En lo que llevamos de curso, hasta once futbolistas pepineros, casi la mitad de la plantilla, ha sufrido ya alguna lesión que le ha indispuesto para estar en algún partido oficial. En algunos casos, con incidencias incluso desde pretemporada. Jorge Sáenz se perdió buena parte de la preparación por un problema en el hombro y Naim se lesionó en uno de los últimos partidos de la puesta a punto.
Más débil en el tramo final
Un asunto, el de la exigencia física con el cambio de categoría, que también se nota en el rendimiento del equipo, que en las primeras partes luce una mayor plenitud física y resiste mejor frente a su versión de las segundas partes, cuando sufre más y suele caer en ritmo.
En una hipotética clasificación por minutos de los partidos, el Leganés sería el 12º si se jugasen sólo las primeras partes, con cuatro goles encajados y cuatro marcados. Los pepineros lucirían 14 puntos. De hecho, el Lega se ha ido perdiendo al descanso en sólo dos partidos de esta temporada.
Pero esa misma clasificación extendida en el tiempo, coloca al Leganés como un equipo que sufre mucho más en las segundas partes, con doce tantos recibidos desde el descanso, hasta el final del añadido. De hecho, el Leganés sufre más desde el minuto 60 en adelante. Es el tramo en el que los blanquiazules han recibido los doce goles encajados en las segunda partes. Sólo Valencia, Valladolid y Las Palmas compiten peor en la última media hora de los encuentros.
Borja Jiménez insiste en que estos datos se deben “principalmente al cambio de categoría”. “Te exige. Hay más fatiga. Hay más fases de tiempo defendiendo. Es una tendencia generalizada con todos los equipos de abajo. Porque los equipos que deben intentar remontar, como el Atlético el otro día, buscan más el área en los últimos minutos. Las opciones de que el Atlético son mayores en los últimos minutos que al principio: estás más entero cuando arrancas. Es algo normal dentro de que eres un equipo que estás abajo y a veces te cuesta en el final.
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