El legado de Martín Lasarte en la nueva Real Sociedad
Los miembros de la plantilla Carlos Martínez, Alberto de la Bella, Markel Bergara y el entrenador uruguayo recuerdan el ascenso antes del derbi vasco.
El sábado a las 21:00 la Real Sociedad recibe al Athletic en el primer derbi vasco de la temporada. Imanol Alguacil dirige a uno de los mejores equipos donostiarras de lo que va de siglo. Asentada en la élite española, la Real afronta el partido en la tercera posición y con la Champions en la mirilla, pero hace algo más de una década la Real deambulaba por Segunda División en medio de un concurso de acreedores.
“Ahora todo es muy bonito, pero hace no tanto vivimos años muy complicados, con mucha crispación en el aficionado”, así recuerda el ex mediocentro de la Real Sociedad Markel Bergara su llegada al primer equipo txuri urdin. Al borde del abismo económico e institucional, la Real era un club roto, sin alma, que paseó su palmarés durante tres temporadas por Segunda. Tras años de travesía, el equipo donostiarra regresó para no volver a irse. En la temporada 2009/10, lograron el ascenso a la máxima categoría. Desde entonces, la Real parece no tener límites.
Los donostiarras confirmaron a Martín Lasarte el 3 de junio de 2009 como nuevo técnico tras consumarse la segunda temporada en la división de plata. En una sola campaña, el uruguayo los devolvió a Primera. Con un modelo basado en la cantera de Zubieta, el de Montevideo puso los cimientos para que en una década la Real esté de nuevo entre los grandes. Una Copa del Rey y andaduras por Europa estos años confirman la sólida base de la Real Sociedad del ascenso. A pesar de ello, Lasarte prefiere no considerarse parte del éxito actual del equipo, pero admite haber ayudado a poner “algunos peldaños sobre los que se ha construido”.
Lasarte no quiere relacionar los triunfos posteriores con los fundamentos de su Real, aunque Bergara considera que dejaron una herencia clara: “La forma de actuar, humildad y mucho trabajo”. El lateral izquierdo de ese equipo, Alberto de la Bella señala directamente al uruguayo y cómo les motivó a sacar su mejor versión: “Me acuerdo de una charla que nos habló sobre nuestras aspiraciones individuales, nos animó a no limitarnos. ¿Por qué no pensar a lo grande?”.
Desde la otra banda txuri urdin también resaltan la figura del técnico. El lateral Carlos Martínez rememora el encuentro que encaminó a la Real al ascenso, el 2-3 en Cádiz en la antepenúltima jornada. “Martín fue uno a uno dando la charla, salimos a ese partido como motos. Todos los lunes nos reunía, nos hizo creer que el objetivo era posible”, asegura el navarro.
A veces, en clubes como la Real Sociedad, la confianza en la casa perpetúa viejos vicios, así lo entendió el presidente Jokin Aperribay al contratar a Lasarte como entrenador. “Cuando llegué había un ambiente muy negativo, yo venía de fuera y tenía la ventaja de no estar contaminado”, confiesa el uruguayo.
Gracias en parte a Lasarte, el derbi vasco vuelve a ser una realidad de LaLiga. El montevideano no olvida su primer Real Sociedad-Athletic. Los donostiarras recibían a unos leones con los campeones del mundo Javi Martínez y Fernando Llorente en frente. “Justo antes de que se pitara el inicio, llamé a los once e hicimos una piña con los suplentes. Los del Athletic no entendían nada”, se ríe Lasarte. La estrategia funcionó, 2-0 en el primer derbi en más de tres años.
Anécdotas aparte, Carlos Martínez tiene claro que hace tan especial el partido: “Ambos equipos tenemos muchos jugadores de la casa. Yo llevo jugando derbis desde los 13. Llegas a la primera plantilla y ves enfrente a los mismos chicos que hace años”. A Lasarte y de la Bella les sorprendió la unión de aficiones. “Esas imágenes que deja siempre la previa, la mezcla de colores... en todo el campo se ven camisetas de los dos equipos”, evoca el lateral.
Con estilos y objetivos muy diferentes, tanto la plantilla del ascenso como la de Alguacil están logrando sus metas. De la Bella afirma que “Silva era nuestro Xabi Prieto, Oyarzabal nuestro Griezmann, Sorloth teníamos a Agirretxe...”. Aunque todos apuntan al mismo faro, Mikel Oyarzabal. “Es el heredero, el ejemplo perfecto de lo que significa la Real, el buque insignia del club y el capitán por más de una década”, según Bergara.
“Si no nos separamos, la Real será capaz de lograr grandes cosas” fueron las palabras que desde el centro del campo dedicó Lasarte a los aficionados en el principio del fin de la delicada situación del club. “Quizá mi aporte fue más teórico que deportivo” recuerda entre risas el técnico. Ese “no se desunan” aún resuena en Anoeta.