El juicio a Coudet
Mendizorroza se sigue acordando de García Plaza. El Chacho se juega el crédito ante el Espanyol, rival por la permanencia.
Alavés y Espanyol miden fuerzas en una reválida para que cualquiera de los dos pueda alejarse del precipicio del descenso, donde los locales ocupan la penúltima posición, pero a un punto de la salvación, y los periquitos son decimoquintos con uno sobre el descenso (sigue el partido en directo en As.com). En el cuadro babazorro, Coudet apenas ha mejorado a García Plaza y, tras la última derrota en Mendizorroza con el Getafe, la gente cantó el nombre del antiguo propietario del banquillo. El entrenador argentino cuenta con el apoyo oficial de la propiedad y del director deportivo, Sergio Fernández, pero todo el mundo sabe que la última palabra la tienen los resultados. “Siento indiferencia y falta de reconocimiento”, dijo hace poco sobre la ciudad.
Les falta recuperar su fortaleza en casa, donde no ganan desde el 1 de noviembre (1-0 ante el Mallorca) y acumulan 112 días sin ganar como local. Los errores puntuales le están costando puntos al equipo vitoriano, que se encuentra más cómodo lejos de feudo, donde ha logrado seis goles en las tres últimas salidas. Los albiazules afrontan este choque tras el segundo comunicado del club en el que volvió a manifestar “su total disconformidad con ciertas decisiones arbitrales en la presente temporada”.
Coudet tiene cuatro bajas debido a las lesiones pero ninguno de ellos son titulares indiscutibles. Owono, con un esguince de rodilla, está siempre a la sombra de Sivera. Novoa lleva una temporada negra encadenando una luxación de hombro con problemas en un talón y molestias de pubis. Conechny chocó con Gavi en Montjuïc y todavía no está recuperado del traumatismo en la cabeza. Protesoni, por último, tiene molestias musculares aunque tampoco es esencial en los onces iniciales. De haberlo sabido, habría forzado su salida al fútbol Italiano el pasado verano. Tras los dos últimos goles de Joan Jordán ante el Leganés, podría recuperar la titularidad ante su exequipo en lugar de Guevara, para compartir espacios con Aleñá e intentar reactivar el motor del gol de los albiazules. Esperará arriba Kike García, autor reciente del gol 700 del Alavés en la máxima categoría.
El Espanyol tiene una única misión: ganar en Mendizorroza. Manolo González fue claro en la previa, explicando que el tiempo de las palabras se ha acabado. Ahora hacen falta hechos. Sin ninguna victoria fuera en toda la temporada se hace complicado pensar que los pericos se salvarán si siguen esta dinámica. Y no hay mejor momento para romperlo que este, no hay mejor lugar que Vitoria.
En primer lugar porque darían un golpe duro a un rival directo, al que además ganarían el golaveraje. Pero también porque confirmaría que este Espanyol es un equipo mucho más sólido que el de la primera vuelta. Han sumado ocho puntos más contra los mismos rivales y en 2025 tan solo han perdido con la Real Sociedad, ganando al Madrid o empatando ante Athletic y Sevilla.
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Otro de los grandes argumentos a favor de los espanyolistas es que Manolo González tiene prácticamente a toda la plantilla disponible. No estará Pacheco, suplente de Joan, ni Gragera, que lleva de baja desde octubre. El resto, todos disponibles. Las grandes dudas en el once se centran en el lateral izquierdo, entre Romero y Olvián, y en el extremo derecho, entre Jofre y Antoniu Roca. Los demás serán los que están manteniendo más vivo que nunca al Espanyol de Manolo
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