El ‘Halcón’ toma el mando
Sin Carvajal, el club asume que Valverde será el capitán sin brazalete (y en algunos casos, con él) sobre el césped. En su séptima temporada de blanco, su rol asciende en este Madrid al galope.
Está claro que con la baja de Carvajal (32 años) para lo que queda de temporada, el Madrid ha perdido no sólo a un jugador fundamental en su esquema de juego y al que probablemente fue el lateral derecho en mejor forma del último año; también pierde al líder del vestuario, un capitán sin brazalete (es el segundo en ese escalafón, Modric ejerce la capitanía principal) acostumbrado a dar la cara en los malos momentos y con el plus de haberse formado en la casa y de ser el producto de la cantera más exitoso que ha salido en los últimos años. Pero donde se cierra una puerta se abre una ventana, y el Madrid sigue teniendo carácter en el vestuario, con especial atención a un nombre: Fede Valverde.
El uruguayo ya estaba entre ese grupo de veteranos con la obligación de dar un paso al frente en los momentos complicados, entre otras cuestiones; a sus 26 años, arrancó este curso como cuarto capitán tras Luka Modric, Carvajal y Lucas Vázquez. Ahora pasa a ser el tercero, pero en el vestuario se da por sentado que por carácter va a terminar siendo el número uno.
El Madrid seguirá esperando a Carvajal. Nada más lesionarse, anunció su renovación hasta junio de 2026, con la confianza de que el de Leganés recobre el nivel que ya mostró el curso pasado, que le llevó a estar entre los principales candidatos al Balón de Oro, y que estaba manteniendo en la presente campaña. Pero ya antes se veía a Valverde como el principal candidato a recoger ese testigo como líder de vestuario, el que fueron dejando atrás nombres como Sergio Ramos o Casemiro. Pese a su juventud, el charrúa ya es todo un veterano del equipo blanco: esta es su séptima temporada en la primera plantilla. Firmó por el Madrid en mayo de 2015 tras haber estado a punto de irse al Arsenal, pero no aterrizó hasta julio de 2016, cuando cumplió la mayoría de edad. Fue una de las primeras incorporaciones de Juni Calafat. Se curtió durante un año en el Castilla de Solari, donde fue indiscutible, y luego otro en el Deportivo, igualmente con mucha participación pese a su juventud.
Y así, en 2018 se incorporó a la primera plantilla madridista con un rol inicial muy secundario, luego creciente de la mano de Zidane y, desde que llegó Ancelotti, asaltando el once titular. Ahora mismo, pocos hay más imprescindibles que él. Suma ya 270 partidos con el Madrid, en los que ha anotado 25 goles (12 de ellos en la campaña 2022-23, en la que Carletto se apostó con él que superaría la decena o tendría que “romper mi carnet de entrenador”) y repartido 24 asistencias (ninguna tan importante como el pase a Vinicius para el decisivo 1-0 ante el Liverpool en la final de la Champions en París).
Su papel en los éxitos recientes es innegable: ya ha levantado como madridista 13 títulos, incluidas dos Champions y tres Ligas. Pero, además, su fútbol de despliegue físico, carrera y llegada es especialmente importante en esta nueva etapa en la que el Madrid pretende jugar al galope. Este curso, de momento, ya lleva tres dianas. Y su futuro está asegurado: tiene contrato hasta junio de 2029 y, pese al interés que despierta en toda Europa, el Real Madrid lo considera intransferible...
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