El Haaland de Montseny
Marc Guiu, la nueva sensación culé fue descubierta por el mismo ojeador que captó a Lamine Yamal. Esta es su historia.
Pocas personas pueden estar más contentas en estas últimas semanas que Isidre Gil, el anónimo observador y cazatalentos del FC Barcelona en la zona de las comarcas de El Maresme y el Vallès en la provincia de Barcelona. Isidre Gil es el empleado del club que hace informes sobre niños que puedan entrar en los prebenjamines de la entidad culé y fue el técnico que recomendó al Barcelona que fichara a Lamine Yamal y también a Marc Guiu. El primero ya es internacional con España y el segundo tardó medio minuto en marcar desde que puso el pie en el campo el día de su debut.
En el año 2013, Isidre Gil recibió la llamada de uno de los hermanos De Haro, coordinadores de la escuela de fútbol de la Penya Barcelonista de Sant Celoni. Le pedían que fuera a ver a un niño de siete años, inusualmente desarrollado para su edad que la rompía en los partidos de fútbol-7. Gil acudió a ver al niño y no tuvo dudas; de inmediato llamó al Barcelona y recomendó que le hicieran una prueba. Se la hicieron y se lo quedaron en la cantera blaugrana.
Diez años después de esta llamada, Marc Guiu, con 17 años y 291 días, salía al césped del Olímpic Lluís Companys para debutar con el primer equipo del FC Barcelona y hacer historia. 33 segundos después de entrar en el campo, en el primer balón que tocó, batió a Unai Simón y le dio al Barça tres puntos que le permiten ponerse a un punto del Real Madrid a una semana de El Clásico.
Marc Guiu, con su 1,87 metros de altura (en la Cadena SER se refirieron a él como ‘el Haaland del Montseny’), es un delantero contracultural para lo que acostumbra a producir la cantera barcelonista. Los delanteros que surgen de La Masia acostumbran a ser hábiles regateadores como es el caso de Lamine Yamal o Deulofeu o bien jugadores del estilo de Sergio García o Bojan Krkic, rápidos, asociativos y con instinto goleador.
Guiu es un delantero de área, con una gran potencia en el juego por alto y al que le gusta irse al espacio gracias a su potente zancada. Un delantero trabajador y que se deja el alma presionando a los defensas rivales y al que sus entrenadores en la base -Marc Serra y Òscar López, principalmente- han tenido que ir modelando.
Los técnicos de La Masia han tenido que tener paciencia con Guiu tal y como la tuvieron con Fermín López, pero por motivos absolutamente diferentes. Si con el centrocampista de El Campillo tuvieron que aguardar a que se desarrollara físicamente, con Guiu tuvieron que esperar a que se acostumbrara a coordinar su cuerpo y que el crecimiento no le produjera lesiones.
Guiu, con el Juvenil A del Barça ha marcado cinco goles en ocho partidos y sólo había disputado ocho minutos con el filial blaugrana de Rafa Márquez antes de dar la campanada el domingo ante el Athletic emulando a sus dos ídolos: David Villa y Zlatan Ibrahimovic.
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