El Girona firma su tercer empate ante un sólido Espanyol

El partido entre Girona y Espanyol fue, más que probablemente, muy distinto a los dos que jugarán durante la liga. Por las alienaciones, repletas de canteranos en dos equipos todavía por cerrar, pero también por la intensidad. La rivalidad entre los dos clubes, cultivada en los últimos años, no se apreció en un amistoso sin público que les sirvió a ambos para acumular minutos en las piernas. Los primeros de un Espanyol, este era su primer compromiso, al que le queda mucho camino por recorrer: sólido atrás, le falta eficacia arriba. Ya el tercer partido del Girona, con el tercer empate y el primero sin goles, de un equipo mucho más reconocible. Lejos de la excelencia de la temporada pasada, sin sus figuras, pero con las ideas claras. Debutó Francés y no jugó ni un minuto Dovbyk pese a sentarse en el banquillo.

El partido arrancó con ritmo, con una buena presión del Espanyol ante un Girona que quería ser protagonista, pero no duró mucho. Más o menos unos diez minutos, que fue el tiempo que tardaron ambos equipos en generar una acción de peligro. La primera del Girona, en una combinación dentro del área, demasiado fácil, que remató mal Stuani. Un remate que de cien veces el uruguayo envía dentro 99, pero no conectó bien con el balón. Y contestó inmediatamente el conjunto blanquiazul, vestido de azul oscuro, con un disparo de Aguado al larguero. La presión surtió efecto, robaron un blaón en el centro del campo y el medio estuvo a punto de inaugurar el marcador.

Tras estas dos acciones, en la primer parte, prácticamente nada. Debutó Van de Beek en Girona y Tejero en el Espanyol, ambos muy discretos, en un partido que se fue decantando poco a poco hacia el lado gerundense. Al menos con la posesión, pero sin que el Espanyol estuviera incómodo. Dejó tocar a los de Míchel hasta el centro del campo sin apretar, pero luego resolvieron bien los ataques locales. Unos ataques que surgieron casi siempre por la banda izquierda, pues Iker Almena fue el mejor en la primera parte. Activo, también intermitente, llevó peligro viniéndose casi siempre hacia adentro. De los canteranos del Espanyol, que fueron unos cuantos, el más destacado fue Javi Hernández, muy móvil, sin que sin embargo llegara a generara peligro.

Al descanso el Espanyol cambió prácticamente a todo el equipo, no así el Girona, imprimiendo más ritmo al partido. Los blanquiazules rondaron la meta de Juan Carlos, pero sus delanteros (o mejor dicho sus extremos) decidieron mal. Primero Jofre, luego Lazo y siempre Salvi desperdiciaron buenas acciones. Debutó en esta segunda parte Alejandro Francés, recién llegado a Girona, que ni 24 horas después de anunciarse su fichaje ya se vistió de corto. También Carlos Romero en el Espanyol, que dejó algún muy buen detalle.

Los papeles de la primera parte se intercambiaron, siendo ahora el Espanyol más protagonista y el Girona, más atrás, sin sufrir. Hasta el minuto 25. A partir de ahí, volvieron a mandar los rojiblancos. De hecho, la mejor, fue de los de Míchel tras una contra conducida por Portu. Toni Villa remató bien, pero Fortuño se tiró mejor salvando el primer gol local. No se rompió el partido, sí hubo más acercamientos con un Portu bastante activo, pero nada reseñable en un partido típico de estas fechas.

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