El Girona confía en la varita ‘multiplicadora’ de Míchel
Las bajas del equipo catalán suponen una pérdida de 155 millones, aunque esos jugadores llegaron al equipo con una tasación hasta cinco veces menor.
A medida que ha ido transcurriendo el mercado estival, el Girona se ha despedido de jugadores que fueron titularísimos en un equipo que se clasificó para Champions el pasado curso. Futbolistas que han decidido apostar por otros proyectos y abandonar el club en su mejor momento. Es cierto que el equipo dirigido por Míchel ha perdido más de la mitad de su valor de mercado con la marcha de estos pesos pesados. También lo es que estas bajas suponen una pérdida de 155 millones del valor de mercado de una plantilla que acabó LaLiga pasada con una tasación total de 246,8 M€. Tampoco mienten los números que apuntan a que de Montilivi se han marchado 42 goles y 34 asistencias.
Ahora bien, todos estos datos pueden llevar a un catastrofismo erróneo. Sin contexto alguno, sería pertinente pensar que el Girona está en apuros. Pero la realidad es que cuando dichos jugadores aterrizaron en la ciudad catalana, su valor de mercado era hasta cinco veces menor. El equipo ‘gironí’ se convirtió en un multiplicador del valor del mercado de sus efectivos. Jugadores desconocidos pero con mucho potencial que acabaron irrumpiendo en la élite y multiplicando su tasación.
Las salidas de Yan Couto (25 M€), Eric García (20 M€) y Savinho (50 M€), que acabaron sus cesiones el pasado 30 de junio, la venta de Aleix García (25 M€) al Bayer Leverkusen y la marcha de Artem Dovbyk (35 M€) a la AS Roma, han devaluado la cotización de la plantilla catalana que ha visto cómo se han marchado cinco de los futbolistas más utilizados por Míchel la última temporada. De hecho, cada uno de ellos sumó más de 2.400 minutos de juego y fueron los autores de 45 goles, en especial Savinho y el punta ucraniano que lograron 11 y 24 dianas, respectivamente.
Míchel, la varita multiplicadora
Pero como no es oro todo lo que reluce, esa sonada pérdida de más de 150M€ no se explica sin entender la inmensa revalorización de estos cinco jugadores. Y es que según el portal Transfermarkt, desde su llegada a Girona, Yan Couto ha pasado de tener un valor de mercado de 4M€ a 25M€. Lo mismo ha sucedido con Savinho (de 10 a 50M€), Eric García (de 10 a 20M€), Aleix García (de 10 a 25M€) y Dovbyk (de 15 a 35M€).
Además, aunque el mercado del Girona pueda saber a poco, lo cierto es que el equipo catalán ha invertido casi lo mismo que han vendido (51,4M€ en altas y 55,05M€ en bajas). La revelación de la pasada temporada ha firmado a Abel Ruiz, que se ha incorporado a las filas rojiblancas desde el SC Braga a cambio de 9 millones. Aunque no es el único que ha aterrizado para suplir los goles del ucraniano. El Girona cuenta en sus filas con Miovski y su fichaje récord: Yaser Aspirilla. El extremo colombiano llegó procedente del Watford por 25 millones, convirtiéndose en el más caro de la historia del club.
Además, Míchel se ha reforzado con el mediocentro Donny van de Beek por medio millón de euros, Bryan Gil como cedido y el defensa Alejandro Francés, que ha dejado 3,5 M€ en las arcas del Real Zaragoza. Se trata, por tanto, de futbolistas con un valor de mercado bajo (el mejor valorado es Bryan Gil con 14M€) pero con potencial para que la varita mágica de Míchel multiplique su precio. Y es que si hay alguien que es capaz de ser ese multiplicador del valor de estos jugadores es el técnico español. El mismo que en su primera campaña en el Girona, la 2021-22, llegó a tener a su equipo en puestos de descenso a Primera RFEF (militaba en Segunda) y no solo lo sacó del pozo, sino que lo catapultó a Primera. Un equipo que compitió a Barça y Real Madrid hasta final de temporada, ambos poseedores de unos presupuestos 15 veces superiores al de la institución gerundense.
Los riesgos de la multipropiedad en el fútbol
La muerte del histórico Girondins puso la lupa en los riesgos de la multipropiedad en el fútbol. Y el equipo que vino a la mente de todos los aficionados españoles es el Girona y más aún cuando su columna vertebral se esfumaba.
El equipo catalán pertenece al consorcio City Group que tiene como equipo franquicia al Manchester City. Ambos coincidirán este año en la Champions, una circunstancia que obligó a la UEFA a mover ficha y que provocó que el City Group tuviese que destituir a los tres miembros que tenía en el consejo de administración del Girona para cumplir con la independencia exigida.
En esta línea, cabe destacar que el equipo catalán se enfrenta a un nuevo panorama en cuanto a fichajes se refiere, pues ya no podrá tener interferencia de ningún tipo del Manchester City en su gestión. No se permitirán, por tanto, movimientos como el de Savinho, uno de los más destacados del equipo de Míchel la pasada temporada. El atacante llegó cedido del Troyes, también del City Group, y ha terminado fichando por el conjunto inglés en un intercambio de cromos grupal. Esta incorporación es una muestra de la descompensación que produce la multipropiedad, incluso en un caso que se muestra como caso de éxito.
Con todo, el Girona ilustra un fenómeno recurrente en el fútbol moderno: la volatilidad de los mercados y la capacidad de los clubes para revalorizar activos. La marcha de jugadores clave, que en otro contexto podría sugerir una crisis, es una nueva oportunidad de crecimiento especialmente bajo la dirección de un entrenador como Míchel, cuya habilidad para maximizar el potencial de sus jugadores ha sido evidente. Por delante tiene el reto de consolidar un camino distinto al de aquel Espanyol de 2020, que bajó a Segunda División después de empezar el curso disputando la Europa League. O ese Villarreal de 2012, que marchó a la categoría de plata tras comenzar disputando la Champions League.
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