El Girona cae en una nueva dimensión

Nadie duda que la temporada del Girona está siendo excelente, pero ello no quita que haya autocrítica. El bloque rojiblanco ha levantado el pie de acelerador y el mayor deseo, ahora mismo, es que la temporada no se le acabe haciendo larga y un suplicio. Míchel está tratando de levantar de la lona a sus jugadores tras caer ante el Mallorca (1-0) y es que la confianza que transmite el técnico es, como siempre, altísima. Pero hay un problema: hay jugadores que han dado un bajón, tanto físico como de calidad.

Con lo hecho hasta ahora, el Girona se encuentra soñando con la Champions y a su favor está que cuenta con un colchón de nueve puntos respecto al Athletic, quinto. Lo que preocupa es la dinámica porque parece que se ha perdido el aura triunfal de la primera vuelta y, actualmente, los rivales le han pillado el ‘truco’. Tanto es así, que si en las 23 primeras jornadas de Liga, el equipo de Míchel solo perdió un partido (17 triunfos y cinco empates), la racha actual es de tres derrotas en las cuatro últimas (un triunfo). Todas estas a domcilio. Esto le ha llevado a perder terreno y quedarse a merced de sus perseguidores. Se mantiene en la segunda posición, pero el liderato está cada vez más lejos (siete puntos), el Barça, segundo, le acecha a solo un punto de distancia y el Atlético, cuarto, se encuentra a cuatro.

Está claro que 18 de los 20 equipos que componen la Primera División querrían estar en la situación del Girona y este, precisamente, es el mensaje que retumba en el vestuario. Ganar está costando más últimamente, pero hay cosas muy claras: “Estamos con las mismas ganas, la misma ilusión y la misma unión de siempre. Seguimos todos juntos. Vamos a pelear por estar ahí arriba. Tenemos una nueva semana donde hay una nueva oportunidad. Quedan 11 jornadas para el objetivo”, transmiten los jugadores del Girona. Este sábado recibirán a Osasuna en Montilivi y, como está siendo habitual, ya se ha colgado el cartel de “no hay billetes’. La ilusión y ambición son máximas.