El Girona busca un delantero que le asegure goles
Suplir la marcha de Castellanos es una necesidad imperiosa. Artem Dovbyk, en la agenda.
Cualquier equipo que fiche un delantero espera que este meta goles, una obviedad, pero en el caso del Girona es una necesidad. La marcha de Taty Castellanos, ya jugador de la Lazio, ha dejado un hueco difícil de cubrir. Por la personalidad, el trabajo y el sacrificio que mostró en cada partido, pero también por los 13 goles que anotó a lo largo del campeonato. La dirección deportiva está en ello.
Que el Girona necesita un delantero es evidente no sólo porque lo haya dicho públicamente Míchel o se haya marchado el nueve titular, sino porque los otros dos delantero que hay en plantilla no son suficientes. El primero es Cristhian Stuani, jugador fuera de toda duda, artífice de los éxitos recientes del club y emblema de la mejor época de la entidad. Su calidad, compromiso y capacidad está fuera de toda duda. Pero ya tiene un año más. Este octubre cumplirá 37 y Míchel ya le reservó la pasada temporada un rol más secundario. Pese a ello, como siempre, fue determinante. Y lo seguirá siendo. El otro es Manu Vallejo, con un pie fuera del club, que ya jugó cedido en el Oviedo la segunda parte del campeonato. Se estrenó como goleador ante el Olot, pero es evidente que no puede ser el nueve titular del Girona.
La dirección deportiva sigue trabajando discretamente para firmar un delantero que marque las diferencias. Han trascendido pocos nombres, pero uno sobresale por encima de los demás: Artem Dovbyk. El delantero ucraniano, de 26 años y casi 1′90 de estatura, es uno de los objetivos del Girona tal y como adelantó la Cadena SER. Tras el éxito de Tsygankov, perfectamente adaptado al equipo y con un rendimiento inmediato, la operación de Dovbyk no parece tan arriesgada. Pese a ello habría que desembolsar una buena cantidad por hacerse con sus servicios. El futbolista pertenece a Dnipro ucraniano, equipo con el que ha renovado esta misma temporada y con el que tiene contrato hasta 2025, por lo que el traspaso se cifra en unos 15 millones de euros. Una operación que el Girona solo puede acometer con la ayuda del City Football group.