El futuro de García Pimienta, con calma
Club y entrenador insisten en el acuerdo hasta 2025, anunciado en octubre, pero este de ser ratificado. Las Palmas, de momento, no traslada oferta.
Hasta el momento, la trayectoria de García Pimienta en la Unión Deportiva Las Palmas se escribe con letras de sufrimiento pero, sobre todo, de honor y gloria. Tras una épica remontada cuando la temporada parecía perdida en el primer trimestre de 2022, logró que el equipo insular jugara unos playoff en los que fue devorado por el Tenerife. Pero la semilla estaba plantada y las raíces crecían cada vez más fuertes, lo que posibilitó el ascenso a Primera División por la vía directa un año después.
Ahora, en la categoría reina del fútbol patrio, todo anda sobre ruedas. 26 jornadas después, Las Palmas suma 36 puntos. El objetivo de la permanencia no cambia pero tiene los puestos europeos a seis, tres veces más cerca que el descenso (18). La temporada bien pareciera un remanso de paz salvo por los problemas con Jonathan Viera, solventados por la vía rápida: anuncio de renovación de Pimienta hasta 2025 y el otrora capitán ahora en el Almería.
Precisamente, esa renovación surgió como un acto de fe pero también de conveniencia entre dos partes que, de momento, tanto se necesitan. Sin embargo, todo quedó marcado por una clave reconocida primero por el entrenador y luego confirmada por los despachos del club: ambos lados se guardaban la opción, dentro de unos plazos previamente establecidos, de romper ese vínculo sin coste alguno. Y en esas andan.
“Para mí, dar otro paso más como entrenador sería lograr cuanto antes la salvación matemática con Las Palmas. La renovación vendría después”, dijo el propio Pimienta semanas después de rubricar un acuerdo que, casi en cada comparecencia pública, ha dejado claro que está por darle una forma definitiva. “Lo primero que debe hacer el club es atar a los jugadores ideales para este proyecto y que el próximo entrenador siga trabajando en esta línea”, vino a decir recientemente.
Asimismo, ha declarado siempre que puede la comodidad que siente viviendo y trabajando en Gran Canaria. Pero tiene las cosas claras. “¿Entrenador de moda? Pierdes cuatro partidos y todo se va al garete”, insistió también el propio García Pimienta a los medios de comunicación que habitualmente siguen la actualidad de Las Palmas. Así de claro lo tienen también en los despachos de la propia entidad grancanaria, por lo que su renovación está aparcada. Al menos, en doble fila. Parecen condenados a entenderse pero no, desde luego, a cualquier precio.
Según ha venido informando Ser Las Palmas y puede corroborar Diario AS, desde las altas esferas de la UD no se le ha trasladado, de momento, ninguna nueva oferta a García Pimienta, cuya revalorización va en aumento y aparece subrayada en rojo en unas cuantas direcciones deportivas allende el Atlántico.
Se insiste desde el club, además, en que hasta que no se logre el objetivo principal, que no es otro la permanencia, no toca sentarse con el entrenador barcelonés para hablar de años, dinero y proyecto. Por su parte, Pimienta no duda en celebrar la existencia de ese contrato hasta 2025, pero nunca escondió que está condicionado. De hecho, lo hizo, y en lasa de prensa, antes que el propio club. Por muy bien que vaya Las Palmas ahora mismo, toca esperar. Llamada a la calma en banquillo y despachos. Al menos hasta que la salvación sea matemática. Las urgencias de siempre en el mundo del fútbol tampoco es que remen a favor de la corriente.