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RAYO VALLECANO

El fútbol se vuelca con Delibasic: “Vamos a celebrar tu triunfo como hacíamos con tus goles”

El delantero montenegrino está recibiendo el apoyo de sus clubes y aficiones, sobre todo las de Hércules y Rayo, en su lucha contra el cáncer. AS repasa su trayectoria con sus amigos Tote y Piti.

Delibasic posa para AS.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

‘Andrija, gana una vez más’. Así rezaba la pancarta, desplegada el pasado lunes durante el Montenegro-Serbia de la fase de clasificación de la Eurocopa, mientras la afición coreaba su nombre. “Andrija Delibasic, Andrija Delibasic”, repetía la grada. Quien fuera delantero de Mallorca (03-05), Real Sociedad (07-08), Hércules (08-10) y Rayo (10-13) está disputando el partido más importante de su vida. A sus 41 años, el montenegrino lucha contra el cáncer, después de haber sido intervenido con éxito de un tumor cerebral en su país. “Hablé hace un par de días con él y está muy bien. Me mandó una foto. ¡Tiene muy buen aspecto! Me llevé una alegría porque parece que no le ha pasado nada y está como cuando jugaba”, explica Tote. Más que un amigo, “un hermano” para Deli. “La evolución está siendo muy positiva”, informa. Este mensaje se lo está trasladando estos días a las decenas de compañeros que le escriben interesándose por la salud del exjugador, que ha dejado huella en LaLiga.

Nada más trascender la noticia sobre su lucha, sus cuatro clubes quisieron mostrarle su apoyo. “Con fuerza y a por todas, Andrija. Estamos contigo”, escribió el Mallorca. “¡Mucho ánimo! Estamos contigo en el partido más importante y sabemos que lo ganarás”, puso la Real Sociedad. “Queremos mandarle toda la fuerza a nuestro exjugador”, manifestó el Hércules. A lo que el Rayo sacó: “¡Fuerza y mucho ánimo, Deli! Estamos contigo, Andrija”. Desde luego, cariño no le va a faltar. La afición del Hércules se ha movilizado en redes para corear su nombre y dedicarle una ovación en el minuto 23 (su dorsal) del duelo contra el Terrassa este domingo. Allí se convirtió en ídolo gracias a su hat-trick al Elche, el eterno rival, y a su papel en el ascenso a Primera (09-10). Repitió gesta con la Franja al año siguiente. En Vallecas fue de heroicidad en heroicidad. Saltó del ascenso rodeado por los impagos al histórico octavo puesto, pasando por el Tamudazo. Su gente no le olvida. Y el kilómetro 2 de la Carrera del Rayismo, organizada por las peñas, llevará su nombre. “Vamos a celebrar tu victoria igual que hacíamos con tus goles”, afirmaron.

Javi Fuego y Delibasic celebran un gol con Piti.
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Javi Fuego y Delibasic celebran un gol con Piti.JAVIER GANDULDIARIO AS

Su talento, su trabajo y su sentido del humor son las características que más calaron de su paso por España. “Bueno, y sus chistes de Lepe. ¡Es el extranjero que mejor los cuenta! No sólo tuvo facilidad para aprender el idioma, sino que domina el doble sentido como nadie. Ha cogido nuestra esencia”, reconoce Alfonso Zapata, uno de sus grandes amigos del mundo del fútbol. Aunque en lo de los chistes no hay unanimidad. “¡Te ríes de lo malos que son!”, bromea Piti al respecto. Él fue su compañero durante su etapa en el Rayo.

“Vivíamos cerca e íbamos juntos en coche a los entrenamientos. También compartíamos habitación y nos sentábamos juntos en el autocar. Nos poníamos flamenquito...”, desvela el catalán, que no duda a la hora de definir a su querido Deli: “Es un fenómeno. Siempre alegre y positivo, jugase o no. Y se hacía querer porque ayudaba a todo el mundo”. De ahí que hayan mantenido el contacto y se enterase de su enfermedad hace un par de meses, cuando el montenegrino entrenaba al FK Momar Bar de la primera división de su país. Desde que colgara las botas en el FK Sutjeska Niksic, en 2015, ejerció como ayudante en el Partizan y en el Buducnost.

Delibasic se abraza a Tote.
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Delibasic se abraza a Tote.IRANZODIARIO AS

A lo largo de su carrera, hubo un colega que se convirtió en familia: Tote. Ellos se conocieron en el Hércules y conectaron, dentro y fuera del campo. Se volvieron inseparables. “A los dos nos gusta mucho comer y me decía: ‘Gordo, recomiéndame un restaurante en esta ciudad’. Otra pasión común son los relojes”, confiesa. Para su hermano sólo tiene palabras bonitas. “Es un tipo increíble y un jugador muy bueno. Fue una parte importante en nuestro ascenso a Primera. Me dolió mucho que no se quedara. Se merecía seguir por todo lo que hizo. Cuando le conoces ya no puedes estar sin él”, sentencia.

Cada vez que el delantero venía a Madrid, quedaban. Ahora Tote tiene pendiente visitarle en Belgrado. Ahí reside Deli, tras su operación en Montenegro y su rehabilitación en París. Hasta su próximo reencuentro, el madrileño sigue atento al día a día de Delibasic y le llena de orgullo que tantísimos compañeros le pregunten por él. “Es especial. Tiene un corazón enorme”, insiste. Ya como jugador era peleón en los partidos. Y éste no será una excepción. “Va a luchar”, asegura Tote. “Y vamos a estar pendientes, a su lado”, añade Piti. También lo harán su mujer, sus hijos, sus amigos y todos esos aficionados a quienes sus goles les hicieron ilusionarse, sonreír, sobreponerse a los problemas... Ellos le seguirán animando y le sostendrán en el partido de su vida.