El frenesí persigue a Diomandé
Con solo dos partidos en el filial (61 minutos entre ambos) debutó con brillo en el Bernabéu. Ante Osasuna tuvo diez buenos minutos y ahora, titular ante el Barça. “Es muy bueno”, dicen en el vestuario.
Yan Diomandé es la nueva estrella fulgurante de un Leganés que le ha entregado a este chaval costamarfileño de 18 años el efecto sorpresa con el que se agarran a la esperanza cada vez más exigua de sobrevivir en Primera División. Su estreno está siendo acelerado en una carrera contra la lógica de los tempos que manda el fútbol. Velocidad en extremo, como su juego de corte descarado y sin tabúes que le ha valido ser la gran novedad ante el Barça en su estreno como titular en Primera.
“Es un jugador rápido que ataca bien los espacios. Puede ser vencedor en el duelo con Koundé”, decía Borja Jiménez, entrenador pepinero, en la previa de DAZN para justificar su titularidad. La realidad del partido fue bastante más dura. Diomande no desentonó, pero tampoco fue un puñal. Actuación normal, sin presumir “Compite como entrenaba con los chicos del filial”, contaba a AS esta semana Seydouba Cissé, su padrino de vestuario. “Es muy bueno”, añadía.
Esa calidad fue la que le valió colarse en la convocatoria ante el Real Madrid como principal novedad del Leganés que hace dos jornadas se plantó en el Bernabéu con ganas de arrancar algo del Paseo de la Castellana. Casi lo consigue cuando en los últimos diez minutos, Borja le dio entrada por delante de futbolistas con mucha más trayectoria en Primera. El chaval respondió con descaro y una jugada en la que casi le saca un penalti a Asencio.
La nueva obsesión de Blue Crow
Nadie esperaba semejante rendimiento de este chico llegado en noviembre a Leganés, pero con apenas dos partidos en el filial antes de debutar con los mayores: 21 minutos ante el Pozuelo y 45 ante el Rayo B. El papeleo y una lesión inoportuna le frenaron, pero el club lo mimó para que tuviera la mejor recuperación, con dos readaptadores. Un lujo fruto de la apuesta que representa para Blue Crow Sports, los dueños del club que han visto en él el modelo ideal de negocio deportivo para el Leganés: un chico fichado de la nada (aunque a coste coste, su salario es casi de Segunda) para explotar en el primer equipo y, después, venderlo para hacer caja.
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No es de extrañar que su debut en el Bernabéu despertara especial expectación entre los miembros de este grupo inversor que le sigue la pista como si fuera su nuevo tótem dorado. El siguiente paso: darle categoría de jugador del primer equipo para, tiempo después, verle armar la jugada del empate ante Osasuna pese a vivir una previa complicada. “Después de aparecer en los focos, estaba más apagado. Así son los procesos con los jóvenes. Se pueden despistar”, avisó tras aquello un Borja Jiménez que, frente al FC Barcelona, decidió darle galones de titular ante los problemas físicos de Juan Cruz, el hombre que lo sustituyó a la hora de partido.
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