El fantasma de Ferreira acecha a Benítez
El actual ayudante de Gaizka Garitano en el Almería participó como jugador rival en la primera destitución de la carrera del técnico madrileño.
Acostumbrado a los focos durante treinta años, para bien y para mal, Rafa Benítez percibirá esta noche cómo todas las miradas de Balaídos escrutarán cada paso que dé, cada gesto que haga, cada mueca que realice (sigue el partido de hoy en directo en As.com). El entrenador madrileño será hoy el centro de atención porque se juega el puesto, igual que le sucedió en un Valladolid-Valencia en invierno de 1996.
El madrileño debutó ese año como entrenador en un banquillo de Primera y llegó a la jornada 23 obligado a ganar al sabio de las pizarras: Don Luis Aragonés. Y es que los pucelanos eran colistas con unos números paupérrimos, con solo dos triunfos en 22 partidos. Las primeras veces nunca se olvidan, seguro que Benítez recuerda aquella noche aciaga en Zorrilla, en la que su equipo perdía 0-3 antes de la media hora y 0-5 cuando no se había cumplido la hora de partido (acabó 2-5). Aquel tortazo supuso la primera destitución de su larga carrera.
El entrenador madrileño está obligado a vencer esta noche al colista Almería para conservar el puesto, para evitar el punto final al ambicioso proyecto presentado en verano. Y habrá una cara que le recordará el primer fracaso de su carrera: Patxi Ferreira. El mítico central vasco de los noventa vivió in situ el primer cese de Rafa Benítez e incluso participó en aquel encuentro, pues salió desde el banquillo para disputar los últimos minutos.
Ahora ejerce como ayudante de Garitano en el Almería y volverá a sentarse en el banquillo de enfrente 28 años después. Los andaluces buscan la primera victoria de la temporada, algo que seguramente tendrá la consecuencia de la salida de Benítez del Celta.
Experiencia.
El debate sobre la continuidad de Rafa Benítez no es nuevo en Vigo. Los resultados desde el principio han sido pésimos y el comodín de los árbitros se acabó hace tiempo. El madrileño es plenamente consciente de la situación, pero piensa que está mucho mejor preparado que aquella primera vez en Valladolid: “Después de tantos años te centras en lo que depende de ti. La experiencia te ayuda a tomar decisiones menos equivocadas en situaciones de estrés. En el campo espero que los aficionados, que son muy inteligentes, apoyen al equipo desde el principio hasta el final porque el equipo da la cara. Luego cometemos errores, pero el equipo da la cara. Si estamos todos unidos somos más fuertes. El fútbol es caprichoso”.