El estilo Gattuso tocó hueso en Vallecas
El Valencia saltó al césped con una camiseta de ánimo a Jaume, aunque el Rayo lo hizo con el espíritu del de Almenara: a full. La intensidad y la estrategia de Iraola descompuso al equipo de Gattuso, que sabe desde la goleada que encajó en Sttutgart en pretemporada que o van a 120% o ganarán pocos partidos. Vallecas era una ratonera para los de la senyera y el gol de Isi les sentó como una guindilla en ayunas.
El Valencia se veía superado por la derecha, por la izquierda y por el centro, con Guillamón y Nico desconectados por los vallecanos y Lino, Castillejo y Hugo Duro desangelados. De no ser por Mamardashvili y Diakhaby, el Rayo hubiera puesto tierra de por medio como hicieran los ché contra el Getafe. Pero no mataron en esa fase y la pausa para hidratación sirvió al menos para que los valencianistas despertaran.
Los de Gattuso llegaron al descanso con mejores sensaciones y con el partido a tiro aún sin merecerlo. Pero el Rayo seguía más vivo, con más tesón en la presión, ganando los más de los duelos y forzando errores del rival cada dos por tres. Pese a ello, Nico tuvo el empate a su merced, aunque dónde realmente coló el balón el gallego fue en la red de Mamardashvili. De nuevo el Valencia hacía aguas en una acción a balón parado rayista. Ese 2-0 era justo y hasta corto.
La victoria para los de Iraola solo podía peligrar por su físico, porque su derroche fue de aúpa. Pudo más sus ganas por ganar que su cansancio para lograrlo. El gol de Diakhaby premio la voluntad del Valencia, aunque otro más hubiera sido excesivo. El estilo Gattuso tocó hueso en Vallecas, quien tampoco acertó con los cambios, aunque no por ello tienen que dejar de creer en lo que hacen. Eso sí, el partido lo tienen que tener los blanquinegros presente en su disco duro, porque en esta Liga se van a encontrar muchos otros así.