El esprint final del Madrid
El equipo blanco encara el debut en San Mamés con frentes por arreglar: una defensa permeable, problemas “de colocación”, calibrar la puntería...
La pretemporada quedó atrás y la Liga dicta sentencia desde esta misma semana. Se acabaron las pruebas y llega el fuego real. Cada victoria será un peldaño en pos del título; cada punto que vuele, un lastre en la mochila, una pepita de oro irrecuperable. Los triunfos frente a Milan y United alumbraron ilusión, esperanza y algunas buenas notas en el plano individual: Bellingham ha caído de pie, Tchouameni y Camavinga comienzan a mezclar en el centro del campo, Fran García convence en el lateral... Pero las derrotas en el Clásico y ante la Juventus dejaron al descubierto algunas costuras por cerrar. A diferencia de hace un año, esta vez la temporada no empieza con el título en juego, pero el inicio de Liga es escarpado: tres salidas y la primera en un campo como San Mamés donde rascar puntos se vende caro. Un duro examen para evaluar las áreas donde la gira dejó deberes pendientes y poco margen de tiempo para enmendar los desajustes...
Encontrar un plan B a Vinicius
El brasileño protagoniza la paradoja de la noticia que no es noticia. Con el carioca la vida sigue igual. El Madrid canaliza todo el peligro a través de sus botas. Vinicius mantiene su imparable desborde y en la gira ha demostrado que a la contra también puede ser un killer. Pero ante una temporada en la que el Madrid ha perdido el caudal goleador de Benzema y no se ha provisto en el mercado de un reemplazo de la categoría del francés, el equipo va a necesitar más que la creciente clarividencia de Vini como definidor. “Otros deben dar un paso adelante tras la salida de Benzema”, se confesaba Courtois en una entrevista con un canal de televisión canadiense. Rodrygo, llamado a ser el lugarteniente de su compatriota, no se ha estrenado. Joselu deleitó con su chilena al United, pero le ha faltado consistencia. En esa tesitura, jugadores Valverde (dos goles en la gira) y Bellingham (uno) se han visto obligados a salir al rescate.
Ajustar la defensa
Fue un quebradero de cabeza en fases de la pasada campaña. “Reitero la importancia del compromiso defensivo: si lo tenemos, ganaremos siempre y si no, nos costará. Es clave”, decía Ancelotti en abril. Este año defender será un compromiso en dos de sus acepciones: una obligación y a la vez una dificultad añadida derivada de los ajustes que exige el nuevo sistema, aunque Ancelotti se muestra optimista en el análisis y la tarea a resolver. “Es lo más sencillo de mejorar. Sobre todo es un problema de colocación, de concentración y de actitud”, dijo tras caer ante la Juve.
Consolidar el sistema
La configuración de la plantilla ha ‘incitado’ a Ancelotti a probar un nuevo dibujo. El 4-3-1-2 aún debe demostrar su solvencia. Carletto, alejado de dogmatismos, se ha manifestado pragmático. “Si no sale bien, tenemos siempre el sistema viejo que tanto nos dio en el pasado”, afirmó pragmático el técnico antes del primer entrenamiento en UCLA. De momento, sigue en proceso de evaluación. El técnico no se anda con contemplaciones. Hace dos años, tras una derrota en campo del Espanyol, ya tiró a la papelera un intento de cambiar el 4-3-3...
Decidir el centro del campo
Ser la zona con mayor competencia y la necesidad de dosificar a Kroos y Modric convierten a la media en la línea que acaparará el foco de la gestión de minutos. La temporada pasada sólo hubo ocho partidos en los que ni el alemán ni el croata fueron titulares y Ancelotti avanzó en el Clásico de Dallas el inicio del relevo generacional. Bellingham tiene el sitio asegurado en el vértice del rombo, y Camavinga está consolidado, pero los otros dos puestos se presentan más abiertos...
Sacar punta a la segunda unidad
Se fueron tres jugadores irrelevantes en los planes de Ancelotti (Hazard, Mariano y Vallejo) y han venido fichajes como Fran García, Joselu, Brahim y Güler que deben tener una aportación clave y conformar con otros como Nacho, Lucas y Ceballos un elenco de secundarios de lujo. O, como poco, brindar consistencia.
Seis días para pulir detalles
Ancelotti tiene seis días para dar los últimos retoques al equipo antes de iniciar la competición. Después de tres días de descanso tras la gira, el equipo regresó ayer a los entrenamientos pensando ya en el partido contra el Athletic (sábado 12, 21:30h.). El técnico dispondrá de seis sesiones para preparar el encuentro, un ‘privilegio’ en estas primeras jornadas ligueras antes de entrar en la vorágine del calendario. Los lesionados Mendy, Ceballos y Arda Güler se entrenaron aparte este domingo.